Castro rememora 40 años de socialismo en Cuba

Fidel Castro aseguró el pasado lunes que EE UU aún no ha perdonado a Cuba por haber hecho 'una revolución socialista en sus narices', y dijo que sólo gracias a la elección de este sistema político, hace ahora cuatro décadas, la isla no fue 'devorada' por el 'imperialismo' y pudo alcanzar altos niveles de educación y de salud. El mandatario cubano habló ante una masa de 100.000 personas en la misma esquina de La Habana donde hace 40 años proclamó el carácter socialista de la revolución; como entonces, subió a la tribuna vestido de verde oliva y con un fusil al hombro, y desde allí fustigó a su más antiguo enemigo. 'Sin socialismo', dijo, 'Cuba no habría podido resistir la hostilidad de nueve presidentes de EE UU que, con excepción de Carter, fueron hostiles y sumamente agresivos contra nuestra patria'.

El veterano líder comunista, de 74 años, lanzó una advertencia al nuevo inquilino de la Casa Blanca. 'A juzgar por los primeros pasos dados en la esfera internacional y el lenguaje de sus asesores y sus aliados de la mafia terrorista de Miami... podríamos estar ante una nueva Administración belicosa y carente totalmente de ética. Un día como hoy', dijo, 'sería bueno recordar aquella frase inmortal del Titán de Bronce : 'Quien intente apoderarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre si no perece en la contienda'.

El acto fue preparado concienzudamente por las autoridades para evocar el discurso que pronunció Castro aquel 16 de abril de 1961, tras el entierro de los siete milicianos caídos durante los ataques aéreos que antecedieron a la invasión de bahía Cochinos. Como aquel día, los principales dirigentes de la revolución, incluidos los más jóvenes, acompañaron a Castro el lunes vestidos de uniforme y con fusiles en la mano, y el mandatario cubano volvió a tomar a la masa el juramento de entonces:

'¿Juran defender hasta la última gota de sangre esta revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes?', preguntó Castro a la multitud. La respuesta, como era de esperar, fue un sonoro 'sí'. El presidente cubano elogió los logros de la revolución y dijo que ninguno de ellos hubiera sido posible sin el socialismo. Por eso, dijo, 'hoy no venimos a proclamar el carácter socialista de la revolución. Hoy hemos venido a ratificarlo'.