Gas Natural venderá su actual sede para financiar la torre de Enric Miralles

Gas Natural manifestó ayer que mantiene intacta su intención de construir una nueva sede sobre el solar de la antigua fábrica de gas de la Barceloneta, tal como anunciaron el presidente del grupo gasista, Antoni Brufau, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos.

Un portavoz de la empresa precisó que la 'construcción de la nueva sede y la inversión proyectada de 9.000 millones de pesetas han sido aprobadas por la comisión ejecutiva de Gas Natural, órgano en el que están presentes tres representantes de Repsol, que en ningún momento manifestaron su oposición al proyecto'.

Según versiones recogidas en medios municipales, Repsol, el accionista mayoritario que controla el 45% del capital de la empresa gasista, ha estado en contra de la construcción de la nueva sede de Gas Natural en Barcelona 'porque resulta tan cara como algunas inversiones de altísimo rendimiento efectuadas por la empresa en México'. Y, por otra razón de índole capitalina: 'De hacerse una nueva sede, Repsol la quería en Madrid'

Requerida ayer su versión por este diario, Repsol ni confirmó ni desmintió su oposición al proyecto. Se limitó a remitirse a lo que dijera Gas Natural. Por su parte, La Caixa, que con el 25,5% del capital es el segundo accionista institucional de Gas Natural, se remitió también a lo que comunicara oficialmente el portavoz de la empresa gasista.

Gas Natural aseguró que la nueva torre se financiará en parte con la venta de la actual sede del grupo, un edificio situado en el Portal del Àngel que fue construido en 1895 por el arquitecto modernista Josep Domenech Estapà en colaboración con Enric Sagnier. La empresa tiene en la actualidad un importante número de ofertas de compra para este edificio, cuyo valor de mercado ronda los 4.000 millones de pesetas.

La arquitecta Benedetta Tagliabue, coautora del proyecto de la nueva sede, confirmó ayer el retraso en las obras. 'La verdad es que en este caso soy un poco externa y no sé muy bien cuál es el problema en el interior del grupo, pero lo cierto es que no tira adelante y aún no hemos empezado', afirmó Tagliabue.

'Estamos preparados para comenzar las obras en cualquier momento y ya hemos tenido muchas reuniones para acabar de definir la viabilidad de la torre, pero aún no sabemos nada sobre si acabará construyéndose o no', señaló la arquitecta. 'Una torre es un símbolo muy fuerte de una empresa y es ella la que tiene que tomar la decisión. A mí me encantaría que tirara adelante porque es un proyecto fantástico, uno de los últimos hechos con Enric Miralles y que a él le hacía mucha ilusión. Pero en todo caso se trata de un problema interno del grupo empresarial

Sin fecha

Pese a que Gas Natural anunció en un principio que la nueva sede podría estar concluida en 2003, Tagliabue reconoció ayer que 'nunca se puso una fecha exacta para el inicio de las obras, aunque se supone que cuando tengan las ideas claras querrán empezar lo antes posible. Desde el estudio no podemos hacer nada más que esperar'. Gas Natural reiteró ayer que la torre estará terminada en 2003.

El edificio estará situado en la Barceloneta y tendrá 80 metros de altura y 20 plantas. La torre supone incorporar al paisaje urbano de Barcelona un edificio importante de uno de los arquitectos catalanes más prestigiosos de las últimas décadas. La arquitectura de Enric Miralles, fallecido en julio de 2000, se caracteriza por la audacia constructiva y por la superposición asimétrica de los planos volumétricos.