Molinos de viento de carbono

La empresa M. Torres Diseños Industriales ha desarrollado un aerogenerador multipolar de 1.500 kilovatios de potencia, que utiliza por primera vez carbono en la fabricación de las palas, y no fibra de vidrio o metal, como se hacía hasta ahora. Con esta innovación, la empresa navarra da un paso más en la aplicación de nuevos materiales para la obtención de energía eléctrica a partir del viento, un sector en el que España ocupa una posición privilegiada.

Las prestaciones de este material, ligero y a la vez muy resistente, son bien conocidas por la industria, que lo emplea desde hace tiempo en campos de gran exigencia, como el deporte de élite o el aeronáutico. Su único inconveniente es su precio. M. Torres ha logrado abaratar considerablemente los costes de fabricación utilizando tecnologías propias que ha ido desarrollando para el sector aeronáutico.

La fibra de carbono da 'mayor ligereza y rigidez. Las piezas sufren menos desgaste que los materiales convencionales, como la fibra de vidrio o los metales. Gracias a este material se pueden utilizar rotores de menor inercia, aligerando el eje y los rodamientos. Y así se reducen las vibraciones y la fatiga cíclica, con lo que se alarga la vida útil del aparato', explica Manuel Motilva Rada, director de la empresa.

El nuevo aerogenerador, con una potencia nominal de 1.500 kilovatios -suficientes en teoría para suministrar energía a 6.000 familias-, tiene un rotor de 72 metros de diámetro, aunque en futuras versiones se fabricarán modelos aún mayores. Es además multipolar, lo que le confiere un mayor rendimiento sobre otros rotores convencionales, que giran siempre a una velocidad constante, independientemente de cuál sea la intensidad del viento.

'Al poder variar la velocidad de giro de las palas en la misma proporción que la velocidad del viento, carece de multiplicador. Un elemento que es la causa principal de un gran número de incidencias, paradas y costes en los generadores convencionales', añade el directivo.

Este proyecto está dotado con un presupuesto de 950 millones de pesetas (5.709.614 euros), de los que se han invertido 900 millones, una suma considerable que incluye los elementos de control y el diseño de dos bancos de pruebas: uno para la parte electrónica del sistema y otro para la evaluación de las nuevas palas.

'Adoptamos la decisión de llevar a cabo una importante inversión en bancos de prueba que sustituyan en parte las comprobaciones de campo y que permitan que los prototipos hayan sido testados y verificados previamente en las condiciones más extremas', dice Motilva. En el diseño colaboran la Universidad Pública de Navarra y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid, pero la mayor parte de la financiación corre a cargo del Grupo M. Torres, con la colaboración del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, del Ministerio de Ciencia y Tecnología y del Gobierno de Navarra.

'El primer prototipo se encuentra terminado, habiendo superado con éxito las comprobaciones de rendimiento y comportamiento', prosigue Motilva. Y añade: 'La instalación en campo se está efectuando en estos momentos. Al mismo tiempo se está construyendo un segundo prototipo', mejorado.

M. Torres se creó en 1979 y tiene sus instalaciones en la localidad de Torres de Elorz. Su actividad se centraba en el diseño, fabricación y comercialización de maquinaria para la industria del papel y el cartón, para lo que desarrolló una tecnología punta en la automatización de bandas flexibles. Esta tecnología la aplicó posteriormente al aluminio y a procesos de encintados en fibra de carbono para la industria aeronáutica. Esta experiencia adquirida en la fabricación de estructuras a base de fibra de carbono ha sido determinante para el abaratamiento del coste de este material y su aplicación al floreciente negocio de los aerogeneradores eólicos.

Entre sus clientes se encuentran Airbus y Boeing, los mayores fabricantes de aviones. En 1999, la facturación de la empresa fue de 4.637 millones de pesetas, con una plantilla de 173 personas.