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El alcalde retirará los 'chirimbolos' de la Gran Vía, a los seis años de ponerlos

Las obras en las aceras de esta calle ocasionarán molestias a los peatones durante 16 meses

Los chirimbolos, los armatostes publicitarios de hasta tres metros de altura que se alzan en las principales calles y plazas de Madrid desde 1995, abandonarán la Gran Vía a partir del próximo mayo. El Ayuntamiento que preside José María Álvarez del Manzano ha decidido reformar la arteria 'más emblemática' para embellecerla y para que los peatones puedan caminar mejor. Para lograrlo, el Consistorio está decidido a eliminar todo el mobiliario urbano que 'estorbe', según la concejal de Obras, Elena Utrilla. Los trabajos se prolongarán durante 16 meses, lo que previsiblemente ocasionará molestias a los transeúntes.

Utrilla anunció ayer que la reforma comenzará a ejecutarse en el próximo mes de mayo y terminará, según los planes de los técnicos municipales, en septiembre de 2002. Todos los objetos que ahora pueblan la vía pública serán colocados en una banda de acera de unos dos metros de ancho, y pegados al borde de la calzada. Allí se pondrán bancos, quioscos de prensa, árboles y papeleras.

Los objetos que no quepan en esa banda serán retirados. 'Así que la práctica totalidad de los chirimbolos de la Gran Vía, que por sus dimensiones no caben, se eliminarán', según confirman los técnicos municipales.En los 16 meses que durarán los trabajos, los operarios de las empresas adjudicatarias, Portillo Constructora, SA y J. Quijano, levantarán por entero las aceras de la Gran Vía para renovarlas. Se colocará granito (de color claro en la parte de acera libre de mobiliario urbano y más oscuro en la banda destinada a albergar los bancos y papeleras).

Se ha elegido granito dada 'su nobleza y porque casa mejor con la base de los edificios de la Gran Vía', según explicó Utrilla. Se eliminarán también las jardineras que actualmente protegen a los peatones de los coches en esta céntrica arteria de la capital.

El Ayuntamiento busca con esto lo mismo que con la desaparición de los enormes chirimbolos cilíndricos: ganar espacio para los peatones.

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