Un equipo que rehabilita a futbolistas en desahucio
'¿No se siente usted valorado en su equipo? ¿Quiere tomar un nuevo impulso en su carrera como futbolista? ¿Quiere rehabilitarse? Venga al Alavés, el balneario del fútbol europeo. Le vestimos la camiseta rosa, le aplicamos el baño y masaje de los viernes, con sus correspondientes tortillas, y como nuevo'. El Alavés ya no necesita promocionarse, pero si tuviera necesidad de captar jugadores el gancho iría ligado a su olfato para descubrir el talento oculto. Ha conseguido un equipo sin fisuras con futbolistas fichados de aquí y de allá. Muchos de ellos desahuciados en otros clubes, o surgidos de lugares remotos. Basta comprobar la procedencia de sus jugadores más utilizados:
- Herrera. Tras una larga carrera en Argentina y México, no había salido del anonimato. En su primer año en Vitoria ganó el Trofeo Zamora.
- Contra. El Alavés pagó 250 millones por él, a medias con el Salamanca. Casi desconocido hasta llegar a Vitoria. Ahora es uno de los mejores laterales de Europa y fijo con Rumania.
- Karmona. El capitán resume la idiosincrasia albiazul. Antes del Alavés, no había pasado de jugar en el Éibar. Dentro del Alavés ha subido a Primera (con 30 años), debutado en Europa y sueña con la final de la UEFA.
- Téllez. El jugador rehabilitado por excelencia. Llegó del Pontevedra. Triunfó en Vitoria, fichó por el Valencia y no cuajó. Otra vez en Vitoria se ha convertido en internacional.
- Geli. El año pasado jugaba en el Albacete (Segunda) tras despedirle el Betis a portazos. Es el alavesista más versátil.
- Desio. Era un actor secundario en el Celta y el Salamanca. Desde que llegó, en Segunda, es el hombre más difícil de sustituir en el Alavés.
- Pablo. Un trotamundos vitoriano al que sólo ha parecido comprender Mané.
- Tomic. Tras un año en blanco en el Roma, ignorado por Capello, en Vitoria es uno de los artistas del mediocampo. Juega como cedido.
- Jordi Cruyff. Salió del Barça bajo el estigma del hijo de papá. Se marchó del Manchester harto de no jugar. Tampoco en el Celta encontró su sitio. Mané le convenció y él ha convencido al Alavés de que es un jugador perfectamente útil.
- Ibon Begoña. En el Bilbao Athletic nunca tuvo esperanzas de dar el salto, pero Mané lo ha hecho hijo adoptivo. Él sólo mareó a todo un Inter.
- Javi Moreno. Llegó del Yeclano, pocos meses después de pensarse su adiós al fútbol. Ahora es pichichi e internacional.
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