Los tapones de Bruselas y Madrid

El eurodiputado Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia y, según las encuestas, próximo jefe del Gobierno italiano tras las elecciones del 13 de mayo, debe sentirse encantado de cómo se tramitan los expedientes en Bruselas y en Madrid. El suplicatorio presentado contra él en julio pasado por el juez Garzón (quien le atribuye a él y a Marcello Dell´Utri cuatro delitos contra Hacienda por impago de impuestos entre 1991 y 1993 por 2.341 millones de pesetas) ha sufrido todo tipo de peripecias en el Parlamento Europeo, en la Representación Permanente (Reper) de España ante la UE y en el Gobierno español. Todos se han echado la culpa a todos, pero a día de hoy lo cierto es que el documento aún no está presentado oficialmente ante la Eurocámara.

El expediente fue enviado por el Supremo el 12 de julio a la oficina del Parlamento Europeo en Madrid. Su responsable, Fernando Carbajo, lo llevó a Bruselas, sin saber su contenido, y lo entregó en la Eurocámara. Allí, ni fue registrado oficialmente ni se envió, en contra de lo habitual, a la Comisión de Asuntos Jurídicos. El 16 de febrero,EL PAÍS destapó el retraso. Fue entonces cuando se supo que, el 28 de agosto, y por orden de la presidenta de la Eurocámara, Nicole Fontaine, se había remitido una carta a la Reper española para que informara qué autoridad española debe tramitar los suplicatorios. Desde Madrid, el Gobierno aseguró que no sabía nada de la carta, cuando resultó que le había sido rebotada desde la Reper. Hace un mes, el Ejecutivo español dijo que acababa de poner el caso en manos del Consejo de Estado, que dispone hasta mediados de mayo para responder.