Un eurodiputado investigará en España el retraso del suplicatorio de Silvio Berlusconi
El enviado de Fontaine preguntará al Gobierno español y a los tribunales por la demora
El acuerdo para enviar a ese eurodiputado se adoptó durante una tensa reunión de la Conferencia de Presidentes del Parlamento (órgano similar a la Junta de Portavoces en España), en presencia de Fontaine. Será ésta quien determine qué parlamentario 'de su confianza' viaja a España y cuándo lo hará. El presidente del Grupo de los Socialistas Europeos, Enrique Barón, autor de la propuesta, incluyó el nombre del eurodiputado escocés verde Donald MacCormick, pero fuentes parlamentarias coinciden en que Fontaine elegirá a otro.
Barón explicó que se sentía 'satisfecho' por la decisión adoptada, pero añadió que espera que el viaje se realice 'cuanto antes', de forma que el Parlamento Europeo pueda conocer pronto cuál es la situación del suplicatorio.
La iniciativa de Barón fue bien recibida por Hans-Gert Poettering, presidente del Grupo del Partido Popular Europeo, mayoritario en la Eurocámara y al que pertenece Fontaine, según asistentes a la reunión, aunque fuentes del PP español comentaron que el paso último, incluso si finalmente se envía o no al eurodiputado, queda 'en manos de la presidenta'. Un portavoz de la Eurocámara precisó que se trata de 'una decisión seria y definitiva'.
Según explicaron los socialistas, el emisario de Fontaine deberá recabar información en Madrid sobre las causas por las que el suplicatorio 'se encuentra retenido' en España, a la vez que deberá informar si el expediente fue enviado correctamente por el Supremo o si, como aduce Fontaine, no quedaba claro cuál era la autoridad competente en España para tramitarlo.
Pero la reunión, celebrada a puerta cerrada, concluyó de forma mucho menos dramática de lo esperado. De hecho, los socialistas acudieron al encuentro con la exigencia de que Fontaine pusiera de inmediato el expediente del suplicatorio, recibido en la Eurocámara en julio pasado, en manos de la Comisión de Asuntos Jurídicos. De no hacerlo, tenían preparada la presentación de una moción de censura para ser votada el 2 de mayo. Además, habían amenazado incluso con llevar a Fontaine ante los tribunales ante la sospecha de que está entorpeciendo la tramitación del suplicatorio.
Ante tales argumentos, Fontaine, apoyada por el presidente de los liberales, Pat Cox, presentó una alternativa a medio camino, que también quedó aprobada, para que la Comisión Constitucional realice un análisis del reglamento de la Eurocámara para intentar concretar las normas que deben aplicarse a los suplicatorios.
Con esa fórmula, Fontaine superó el peligro, aunque Barón insistió tras la reunión que la posibilidad de acudir a los tribunales 'todavía planea'. Por su parte, Gerardo Galeote, del PP, comentó que había visto con agrado cómo Barón 'se había plegado a la razón jurídica' y, de paso, se había evitado 'la intolerable' posibilidad de ensuciar el nombre de Fontaine, 'una persona con la que España tiene una deuda por su compromiso en luchar por la libertad en el País Vasco'.
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