Obras Públicas evalúa el beneficio de la A-92 hasta 2017 en 433.291 millones

El informe, que ha contado con el asesoramiento técnico de Analistas Económicos de Andalucía (grupo de expertos vinculado a Unicaja), compara la A-92 con un supuesto ficticio -que los seis millones de usuarios actuales pudiesen hacer el mismo trayecto por las antiguas carreteras nacionales- y también realiza predicciones para analizar un periodo de 30 años: desde 1988 hasta 2017.

Según este modelo, el coste de la autovía regional (aún inconclusa, falta la conexión a Almería) en este periodo sería de 193.335 millones, lo que incluiría el valor de las obras de construcción (119.346 millones), de conservación, de rehabilitación y de mantenimiento de estructuras. En el caso de las carreteras nacionales que ya estaban construidas en 1988 ese coste sería tan solo de 24.820 millones, y por tanto, en este apartado sería una opción mucho más barata.

El coste de la infraestructura y el de funcionamiento de los vehículos que discurren por ella durante el periodo estudiado son los únicos apartados en los que la A-92 resulta menos beneficiosa. En el coste de funcionamiento, el informe valora la conservación de los vehículos, el consumo de combustible, el de lubricantes y el desgaste de neumáticos. En todos los casos, el coste es ligeramente superior con A-92 (595.731 millones) que sin A-92 (580.227 millones) , dado que en la autovía regional se desarrollan velocidades más altas, lo que implica mayores consumos y desgastes en los vehículos.

En el resto de conceptos evaluados en este análisis, el coste económico que origina la A-92 es claramente inferior. La mayor diferencia se da en el ahorro de tiempo. Según los técnicos de GIASA y Analistas Económicos de Andalucía, con la construcción de la autovía regional, el tiempo de viaje entre Sevilla y el límite con Murcia se reduce en una hora para los vehículos ligeros (se pasa de cinco a cuatro horas) y en 40 minutos para los vehículos pesados.

Ese recorte de tiempo en la duración del viaje se traduce, según el informe, en un ahorro de 342.432 millones con relación a las antiguas carreteras nacionales para los 30 años analizados. El estudio también concluye que con el desdoblamiento de los carriles que se produce en la A-92, las congestiones se reducen. El menor impacto de los atascos se valora en un ahorro de 152.231 millones.

El informe señala que el índice de peligrosidad de la A-92 'continúa siendo superior a la media registrada para las autopistas y autovías del Estado'. Aún así, con su construcción, los accidentes descienden: hasta 2017, el estudio supone que en las carreteras nacionales se alcanzarían los 26.234 siniestros, mientras que con la autovía regional serían 19.245. Lo que también tiene su reflejo en las cuentas que hace el estudio: al descender el número de accidentes, se produce un ahorro de 122.558 millones de pesetas.

En suma, los beneficios de construir la A-92 (617.000 millones) para sustituir a las antiguas carreteras nacionales son muy superiores a los costes (184.000 millones). A la vista de los resultados a los que llega, la conclusión del informe no puede ser otra: 'Estos datos ilustran por sí solos los importantes beneficios sociales que se han derivado de la construcción de la A-92'.