Butano

Vivimos en un mundo curioso: una misma persona puede conectar con las antípodas en un segundo y, sin embargo, vivir varios días esperando que Repsol Butano se digne reponer su botella. Según el contrato (cuyas cláusulas no dependen del usuario), Repsol debe servir el butano 24 horas después de que se solicite, si se hace en horario de oficina, pero ¿qué pasa si no lo cumple? Pues ¿qué va a pasar? Nada.

Pero hay más. Repsol Butano puede servir a su clientela cuando quiera. Una puede estar de guardia hasta tres días y justo cuando no puede más y baja a por el pan, ¡zas, pasa el repartidor, y vuelta a empezar! Claro que para subir los precios no nos pregunta a nosotros, sino al Gobierno, y no sé si algún ministro se habrá visto en la azarosa tesitura de quedarse en casa esperando al butanero.-