La guerrilla maoísta de Nepal mata a 35 policías y extiende su lucha por el país
La guerrilla maoísta de Nepal atacó ayer dos comisarías de policía en sendas poblaciones remotas del reino asiático y dio muerte a 35 agentes. Las emboscadas coinciden con el quinto aniversario de la fundación del Partido Comunista de Nepal, que tiene como modelo a la organización peruana Sendero Luminoso, y una de ellas es la acción más cruenta llevada a cabo por los insurgentes desde 1996.
Los guerrilleros atacaron poco después de medianoche la comisaría de la localidad de Rukumkot, situada a unos cuatrocientos kilómetros al oeste de Katmandú, en las faldas de la cordillera del Himalaya. Al menos 30 policías murieron en el ataque y un número indeterminado de heridos fue trasladado en helicóptero a hospitales de la zona. En el momento del ataque había en el interior de la comisiaría 78 agentes. Un portavoz de la policía señaló que una veintena de ellos se encuentran en paradero desconocido, probablemente escondidos en bosques cercanos.
En el segundo ataque, perpetrado en la población de Mainapokhari, a unos 125 kilómetros al este de la capital, cinco policías y tres guerrilleros perdieron la vida. Trece agentes fueron evacuados a un hospital de Katmandú. Ayer también se produjeron enfrentamientos en otras zonas del país y varios artefactos de escasa potencia estallaron en Katmandú, sin que se produjeran heridos. La ofensiva guerrillera tuvo lugar pocos días antes de una huelga general convocada para el próximo viernes en todo el país.
Acabar con la monarquía
Más de 1.500 personas, entre ellas 250 policías, han muerto desde que los rebeldes maoístas se alzaron en armas contra el Gobierno, en febrero de 1996. Las hostilidades, que comenzaron en remotas localidades del Himalaya, se han extendido a más de treinta de los 75 distritos administrativos de Nepal. Desde su inicio, las acciones de la guerrilla han sido de baja intensidad pero constantes.
El Partido Comunista de Nepal pretende reemplazar la monarquía constitucional nepalí por una república comunista de partido único y desmantelar la estructura feudal que pervive en algunas regiones del país. El Gobierno de Katmandú y los rebeldes han expresado en los últimos meses su intención de entablar una negociación para poner fin a las hostilidades, pero los esfuerzos internacionales por sentar a ambas partes a la misma mesa han fracasado. Las autoridades y la guerrilla se culpan mutuamente de la ausencia de diálogo.
El viceprimer ministro nepalí, Ram Chandra Poudel, que también desempeña la función de ministro del Interior, viajó a la zona de Rukumkot, donde se produjo el ataque más violento. Los rebeldes no han hecho pública su versión de los hechos.
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