<l>Concertados</l>
Sin ánimo de polémica, trato de contestar a la carta que aparece en EL PAÍS, el día 21, firmada por Antonio Delgado Martínez. En ella, pone en duda la honradez de los que formamos la Plataforma por la Homologación de la Enseñanza Concertada en Andalucía.
No deja de sorprender el cinismo de que hacen gala algunos sindicalistas. El señor Delgado debe recordar que gracias a su sindicato CC OO y a los otros tres: UGT, USO y FSIE, estamos cada vez más deshomologados y con peores condiciones de trabajo. Piensan algunos dirigentes sindicalistas, desertores de las aulas y ocupantes de cómodos sillones, que cualquier injerencia en sus 'negocios', debe ser rápidamente anulada.
La PHA, cada vez más extendida, ahí les duele, nació de los trabajadores, para nosotros mismos, ninguno de nosotros ocupa poltrona y todo nos rascamos el bolsillo para mantenerla. No debemos, por tanto, favores ni agradecimientos a nadie. Aquellos que deben favores a partidos políticos tienen bien claro, al parecer, que los derechos de los trabajadores acaban donde empiezan otros intereses. Así nos luce el pelo a los trabajadores del sector. Para muestra, un botón: cuando se congeló el sueldo de los maestros públicos, a nosotros, sin ser funcionarios, también se nos congeló. Nadie levantó un dedo. Ahora que la Audiencia Nacional falla en contra de esa congelación, lo que nos parece muy bien, tampoco nos afecta a los de la Enseñanza Concertada. ¿Cómo es posible que dos enseñanzas sostenidas con fondos públicos sean tratadas de forma tan distinta? Ya, el Defensor del Pueblo Andaluz, denunció que: 'No existen elementos de carácter objetivo que justifiquen la pervivencia de dos sistemas retributivos diferentes en nuestro sistema educativo, en particular cuando las funciones que realizan los docentes tienen igual contenido y los salarios son satisfechos por los presupuestos públicos'.
Todas las comunidades, excepto Extremadura y Andalucía, han solucionado el problema. El señor Chaves y su gabinete siguen con su particular modo de entender la justicia social y se colocan las medallas de antidiscriminatorios y socialistas, olvidando las palabras preferidas de Pablo Iglesias: '... o todos o ninguno'. Pero una cosa es predicar y otra dar trigo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.