Blair aplaza hasta junio las elecciones británicas por la fiebre aftosa
Tony Blair, primer ministro británico, ha descartado convocar elecciones el 3 de mayo para protegerse de posibles alusiones de insensibilidad con las comunidades rurales del Reino Unido que se ven afectadas por la crisis de la fiebre aftosa. Así lo dio a entender su oficina de Downing Street en una serie de filtraciones a los medios de comunicación británicos durante el fin de semana. Se espera que el primer ministro anuncie su decisión hoy o mañana.
Blair no necesita mencionar las elecciones generales, que aún no ha convocado, pero dará los pasos necesarios para retrasar los comicios locales que se celebran cada primer jueves de mayo. De acuerdo con la prensa, el Ejecutivo propondrá esta semana al Parlamento la suspensión hasta el 7 de junio de la cita electoral, fecha en la que probablemente se celebrarán ambas elecciones. Para entonces, Blair confía en tener bajo control la epizootia que desde un foco localizado en la región norteña de Cumbria se ha extendido al sur de Inglaterra, a Escocia, Irlanda y Europa continental.
Es la primera vez desde la II Guerra Mundial que un Gobierno británico se ve forzado a suspender el proceso democrático. La decisión no ha sido fácil y parece precipitada por el impacto en la población de las diabólicas imágenes de piras de ganado más que por pura logística. Con las técnicas modernas de comunicación, los candidatos electorales pueden evitar entrar en las zonas de exclusión y vender su mensaje a los granjeros por teléfono o correo electrónico, en vez del tradicional contacto humano. Pero cerca de dos tercios de los británicos consultados en los últimos días se declaran a favor del aplazamiento de las elecciones.
La decisión sorprendió a algunos miembros del Gabinete, que, como Chris Smith, ministro de Cultura con responsabilidad en Turismo, advirtió el sábado de la repercusión en la economía rural del traslado de los comicios al mes de junio. Seguía la línea defendida por Blair en repetidos mensajes urgiendo a británicos y extranjeros que visiten el campo. De la defensa del turismo, Downing Street pasó el fin de semana a promocionar la imagen del primer ministro 'gobernando para todo el país'.
El retraso de las elecciones da un margen de acción al Gobierno. Ante la ineficiencia del Ministerio de Agricultura, Blair se ocupa personalmente de contener la epizootia y podrá dedicar toda su atención a la crisis sin las distracciones de la campaña electoral. Además, la tormenta económica estadounidense aún no ha llegado al Reino Unido y pocos esperan que su eco se haga notar en junio.
Pero no hay garantías de éxito a corto plazo contra el virus que, además de infectar al ganado porcino y ovino, ha bloqueado efectivamente la agenda política del Reino Unido. Desde hace más de un mes, Blair es incapaz de enfocar su programa hacia otra cuestión que no sea la fiebre aftosa.
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