Los jueces de Barcelona niegan la pensión en el 46% de las separaciones

La separación matrimonial casi siempre perjudica económicamente a la mujer. Esa es la conclusión de un estudio presentado ayer en Barcelona a partir de 3.317 casos que llegaron a los juzgados de familia de la ciudad en 1998. En casi la mitad de las separaciones, 1.532, los jueces denegaron el derecho a una pensión, bien sea compensatoria para la mujer por haber renunciado al trabajo para dedicarse al hogar o al cuidado de los niños, o en concepto de alimentos para los hijos.

El estudio ha sido realizado por la Asociación Catalana de Mujeres de Carreras Jurídicas en cinco juzgados de familia de Barcelona y afirma que la pensión más frecuente que conceden los jueces es de 27.000 pesetas mensuales. Hay casos en los que se han llegado a conceder pensiones para alimentación de 2.000 pesetas. Otro dato del estudio que sorprende es que las pensiones que se reconocen no aumentan en una proporción lógica respecto al número de personas con derecho a recibirla.

Así, si se trata de la esposa, la pensión compensatoria media que le reconoce la justicia por no haber trabajado fuera de casa es de 33.000 pesetas, pero si además de ella hay un hijo, la cifra sólo aumenta ligeramente y se sitúa en 40.312 pesetas. En el caso de que sean tres personas con derecho a recibir la pensión, la cantidad es de 49.916 pesetas.

La pensión más reducida que se le reconoce a la mujer en todos los casos estudiados es de 7.000 pesetas, y sólo en el 12% de los pleitos se pacta entre la pareja o se reconoce por los jueces el derecho de la esposa a recibir una pensión. El 43% de los casos son separaciones de mutuo acuerdo, también existe otro 31,4% de divorcios pactados y el 20,7% son pleitos sin entendimiento.

Tópico incierto

'Las cifras demuestran que no es cierto el tópico de que el hombre siempre sale esquilmado con la separación', afirma Montserrat Fernández Garrido, vicepresidenta de la asociación. En este sentido, asegura que en la inmensa mayoría de los casos analizados, la mujer acaba renunciando a la pensión compensatoria para que pueda aumentar la cantidad destinada a los hijos.

Como norma general se constata que cuando se recurre contra las pensiones ante la Audiencia de Barcelona, se mejoran las que son para alimentación y se mantienen o se reducen ligeramente las destinadas a compensar a la esposa. Sólo en el 44% de los casos se acaban cumpliendo las sentencias, al menos durante el primer año. En otro 42% de pleitos la justicia insta al hombre a que pague, pero sólo hace caso de los jueces el 15%.