El Parlamento alemán pide prohibir un partido ultraderechista

Ambas Cámaras del Parlamento alemán presentaron ayer ante la Corte Constitucional sus solicitudes para ilegalizar al ultraderechista Partido Nacionaldemocrático de Alemania (NPD). Una solicitud similar había sido entregada hace dos meses por el Gobierno rojiverde. Legislativo y Ejecutivo pretenden enfrentar así a una agrupación que, según los organismos de inteligencia, está intentando organizar a los hasta ahora bastante dispersos, pero muy violentos, ultraderechistas alemanes. Si bien sólo cuenta con 6.500 miembros y en las últimas elecciones federales apenas obtuvo un 0,3% de los votos, el NPD promueve agresivamente el antisemitismo y la xenofobia, según un informe presentado la víspera por el Ministerio del Interior.

Los tres órganos estatales se repartieron las argumentaciones y la búsqueda de evidencias en sus solicitudes. El Gobierno ha intentado probar la orientación anticonstitucional del NPD, su ideario totalitario y su beligerancia. Los abogados de la Cámara alta (Bundesrat), en cambio, se concentran en un análisis de las publicaciones de los ultraderechistas y sus actividades en los distintos Estados federados. La Cámara baja (Bundestag) hace girar su argumentación en las similitudes entre esta agrupación y el NSDAP, el partido nacionalsocialista. Hasta mediados de año, la Corte Constitucional determinará si las peticiones son procedentes, y tan sólo después estudiará una posible prohibición.

También ayer, el Bundestag aprobó con mayoría un llamamiento a todos los partidos democráticos a cerrar filas frente a los ultraderechistas y no basar sus campañas electorales en el rechazo a minorías entre la población. La Unión Cristiana Democrática (CDU) había presentado una propuesta alternativa en la que se pedía endurecer la legislación y enfrentar también a la extrema izquierda. Wolfgang Schäuble, ex presidente de la CDU, advirtió del peligro de una 'excesiva histeria mediática'. Ante el trasfondo de las recientes invocaciones al orgullo patrio por parte de los conservadores, parlamentarios socialdemócratas señalaron que 'cualquier política que dé la más mínima impresión de ser nacionalista conduce a la desgracia en este país'.