Garzón procesa a Pepe Rei por pertenencia a ETA y anuncia el cierre de 'Ardi Beltza'

El juez Garzón amplió ayer el procesamiento del periodista Pepe Rei, que ha pasado de ser considerado "colaborador" de la banda terrorista a "integrante" de la misma. La diferente implicación de Rei con ETA la establece el magistrado en "la mayor intensidad de los actos desarrollados por el procesado al servicio de la organización terrorista". Dichos actos carecerían de sentido "si no se toma en cuenta que esta actuación es la propia de quien, integrado en una organización criminal, desarrolla actos directamente dirigidos a conseguir los mismos fines de aquélla".

Para la ampliación del procesamiento, Garzón dice haber tenido en cuenta, además del material del que ya disponía contra Pepe Rei, la documentación incautada recientemente en los registros a las sedes de Haika, la organización de jóvenes radicales, a varios de cuyos dirigentes el juez ha metido en prisión en las últimas semanas.

Según el auto judicial, Rei utiliza con la revista Ardi Beltza"el mismo sistema de información, señalamiento y estigmatización de personas y objetivos" que utilizaba cuando dirigía el equipo de investigación del desaparecido diario Egin, "manifestando así una clara continuidad en su actuar presuntamente delictivo".

Fijar objetivos

El juez aprecia que tras su etapa al frente del equipo de investigación del diario Egin, Rei recupera con Ardi Beltza el instrumento adecuado para continuar su labor al servicio de ETA, pero prescindiendo ya de "cualquier apariencia de interés relacionado con la información al ciudadano, que será utilizado simplemente como la cobertura adecuada".

Prosigue diciendo Garzón que las informaciones que se publican en Ardi Beltza "no van realmente dirigidas a comunicar elementos o datos sobre la forma de actuar o de ser de las personas afectadas, o de su trabajo o su adscripción ideológica". Antes al contrario, el juez cree que "las descripciones, costumbres personales, bienes que poseen y movimientos que realizan" esas personas parecen elementos dirigidos "a centrar o ubicar espacial y temporalmente a esas personas para, amén de estigmatizarlas, fijarlas como objetivos de la organización terrorista".

Según la resolución judicial, desde su aparición en enero de 2000 la revista Ardi Beltza ha publicado datos de unas 400 personas, de las cuales 116 figuran en informaciones intervenidas a comandos de la banda terrorista. De entre éstas, varias han sido objetivos de atentados por parte de la organización armada o de actos de violencia callejera kale borroka a cargo de la organización juvenil Haika.

A pesar de tener una difusión limitada a través de suscripción, ejemplares de la revista Ardi Beltza han sido sistemáticamente hallados en poder de miembros de la banda terrorista "como elemento idóneo de identificación de objetivos".

Entre las personas citadas por la revista de Rei destacan banqueros, empresarios, políticos y, sobre todo, "determinadas empresas y profesionales de los medios de comunicación que se han caracterizado por su rechazo activo y abierto de la violencia terrorista de ETA".

El juez hace una extensa relación de las personas que habiendo aparecido en Ardi Beltza han sido objeto de atentados terroristas, como ha ocurrido con algunos periodistas que aparecían en el vídeo patrocinado por Rei, El negocio de mentir. Garzón agrega que, "en ocasiones", la correlación entre los artículos de Ardi Beltza y los atentados terroristas es "inmediata y próxima".

El magistrado detalla después que las actividades de Rei podrían integrar también el delito de amenazas terroristas y "han de considerarse, desde luego, como medio idóneo para que los miembros de los comandos vean facilitada su labor de obtener información".

Falta de interés informativo

Garzón subraya también que la falta de interés informativo y la fijación de elementos de identificación de personas y bienes llevan a reafirmar la imputación provisional de que Rei pertenece a ETA. En consecuencia, el juez acuerda mantener la situación de prisión incondicional del procesado, a quien ha citado el lunes para notificarle oficialmente el auto de procesamiento.

Garzón afirma, asimismo, que no puede obviarse la actividad de la revista de Rei "como instrumento y vehículo de la actividad presuntamente delictiva descrita". En ese sentido, el juez ha decidido utilizar la facultad que le concede el artículo 129 del Código Penal a fin de clausurar la publicación. Por ello, ha ordenado comparecer a las diez de la mañana de hoy a Rei para comunicarle esa decisión, y ha dado un plazo de tres días para escuchar a otros posibles titulares de la revista que pudieran existir, en orden a cumplimentar el trámite de audiencia que marca la ley.