Zaplana vuelve a rechazar un acuerdo para fijar un criterio común sobre listas de espera

Joaquim Puig, portavoz socialista, fue escueto. ¿Qué acciones va a llevar a cabo el Consell para reducir las listas de espera? La respuesta de Zaplana fue tajante pero elusiva: 'Continuar con las políticas que han dado un espectacular resultado y que han permitido reducir las listas de espera quirúrgica en un 78,5% desde 1995'. Puig reiteró la cuestión, ilustró el problema con casos concretos y sugirió la posibilidad de crear una comisión parlamentaria que establezca los criterios de inscripción de pacientes en listas de espera quirúrgica, una normativa que la Generalitat no ha desarrollado nunca, a diferencia de la Generalitat de Cataluña o el Ministerio de Sanidad. Un registro normalizado permitiría discriminar entre patologías, elaborar un registro público accesible y controlar la eficiencia de las intervenciones.

Antonio Moreno formuló sin éxito la misma propuesta el pasado mes de mayo cuando era portavoz del Grupo Socialista. El PSPV tramitó la iniciativa oficialmente poco después, pero el documento todavía no ha sido tratado por los órganos rectores de las Cortes. Ante el retraso burocrático, la creación de la comisión fue planteada como propuesta de resolución en el último debate sobre política general el pasado mes de septiembre, cuando fue rechazada por segunda vez.

Puig recordó ayer, al renovar la oferta, que el Parlament de Cataluña aprobó hace meses una iniciativa similar con apoyo del PP y que la Comisión de Sanidad del Congreso estudia la misma posibilidad. Y bajó a los casos concretos. El portavoz socialista esgrimió una notificación oficial a una paciente que espera una intervención en la muñeca a cargo del servicio de traumatología del Hospital La Fe, de Valencia, que dilata 'varios años' la fecha de una posible intervención; citó el caso de centenares de pacientes que esperan meses para obtener el resultado de una biopsia, cuando los expertos subrayan que la ausencia de tratamiento de cualquier tumor durante 120 días puede resultar fatal; y desató las risas de los diputados del PP cuando tuvo que desconectar el teléfono móvil en plena intervención.

Zaplana replicó que en la etapa socialista la sanidad 'era una calamidad' y se refugió en un aluvión de datos para esquivar la cuestión de fondo y rechazar la posibilidad de compartir el problema. Según el presidente, desde 1995 hasta 2000 las intervenciones de cirugía mayor ambulatoria han aumentado en un 1.007%; los ingresos en los hospitales públicos han pasado de 303.783 a 362.876; la estancia media en los hospitales públicos se ha rebajado de 8,4 a 7 días...

Además de ofrecer cifras, el presidente acusó al portavoz socialista de practicar el 'filibusterismo parlamentario' al formular en la tribuna una cuestión según él no acorde con la letra del documento sometido al registro de las Cortes.

Joan Ribó, portavoz de Esquerra Unida, se interesó por el saneamiento del río Segura cuya salubridad identificó con 'el primer problema medioambiental del país'. Ribó citó los compromisos adquiridos por la Generalitat para proceder a una limpieza inmediata del río desde 1999 y recordó que tanto la Comunidad de Murcia como el Gobierno central están en manos del PP. '¿Es usted incapaz de llegar a un acuerdo?', preguntó. E instó la urgencia en la solución del problema: 'No remita la solución al futuro Plan Hidrológico Nacional'.

Pero el presidente, efectivamente, recurrió al PHN. Según Zaplana, el problema de contaminación del río Segura es 'estructural': 'Si no viene agua, no se arregla un problema estructural', dijo. Y siguió: 'El agua tiene que venir del Ebro, y en estos momentos hay un Gobierno que se ha comprometido a traer agua del Ebro'. Para rematar el argumento, el presidente sugirió que 'si el Segura tiene problemas es porque nadie se ocupó antes de 1995'.

Alejandro Font de Mora, portavoz del PP, pidió a Zaplana que comentara el PHN, una obra de un calibre desconocido en España desde los tiempos en que Indalecio Prieto era ministro de Obras Públicas. El presidente replicó que el rechazo de las enmiendas de totalidad al PHN en el Congreso ha sacado a relucir la fractura del PSOE que, dijo, se opone al proyecto sólo porque ha sido diseñado por el PP.