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Reportaje:

17.000 denuncias contra Milosevic

Miles de serbios exigen, con sus nombres y apellidos, el procesamiento del despóta de Belgrado

Miles de serbios han respondido al llamamiento del Movimiento Popular Resistencia (Otpor), la organización más activa en la oposición al régimen de Slobodan Milosevic, y expresan por escrito, con nombre y apellidos, la exigencia de que se le procese. Su campaña se ha convertido en un ejercicio de catarsis colectiva.

Otpor ha cubierto de pasquines las calles en una campaña de recogida de firmas para pedir el procesamiento de Milosevic. Bajo la pregunta '¿Quién es culpable?' presenta tres carteles diferentes. En uno se ven las estanterías vacías de un supermercado al lado de un billete impreso con la cifra de medio billón de dinares en recuerdo de la hiperinflación de 1993 junto a una foto de Milosevic. Un segundo cartel muestra cómo Milosevic se fuma un puro sobre un fondo de casas derribadas por las bombas y una fila de gente que las abandona con sus maletas en la mano. En el tercero se ve a un grupo de policías que golpea a un manifestante tirado en el asfalto con la foto de Milosevic por encima de la escena.

'¡Hay que detenerlo porque es el culpable de toda la desgracia del pueblo serbio!'
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La organización juvenil Otpor, que llegó a contar con 80.000 militantes en los días de la caída del régimen de Milosevic, aún moviliza hoy a unos 10.000. Otpor ha impreso miles de folios para que los ciudadanos presenten una demanda contra Milosevic. El escrito va dirigido 'a la Fiscalía Pública de Belgrado', y añade: 'Según los artículos 148 a 151 de la Ley de Procedimiento Criminal, presento querella criminal contra Slobodan Milosevic, de Belgrado, calle de Tolstojeva, 33, ex presidente de la República Federal de Yugoslavia'. A continuación viene la retahíla de cargos desempeñados por Milosevic a lo largo de su carrera. Bajo las palabras 'por qué', un espacio en blanco permite a los ciudadanos exponer sus motivos personales para la demanda contra Milosevic.

En la zona peatonal de Belgrado, uno de los puntos de recogida de firmas, los denunciantes se sientan en sillas plegables y escriben sus acusaciones contra el derrocado hombre fuerte. Ivana Culic escribió en su demanda: Milosevic, 'con plenitud de conciencia, mataba, robaba, maltrataba, mentía al pueblo serbio y, con la colaboración de algunos miembros de la policía, se dedicaba a la distribución de la droga e indirectamente drogaba al pueblo para engañarlo y exprimir de él lo máximo posible. Permitió y luego estimuló el crecimiento del kitsch y reprimió y humilló la verdadera cultura. Disfrutaba con los sufrimientos ajenos. Dio el poder a su hijo Marko y la libertad de saquear, violar, maltratar y matar. Permitió a su mujer ser aún más popular que él mismo'.

Zora Cukic expone una serie de puntos contra Milosevic: '1. Saqueaba y mataba al pueblo serbio. 2. Era el patriota que durante los bombardeos estaba sentado quién sabe dónde mientras la gente joven e inteligente moría. 3. Mientras él gozaba robándonos y dándolo todo a sus hijos, nosotros pasábamos hambre y a duras penas conseguíamos dar de comer a nuestras familias. Vivíamos de la Cruz Roja y de pensiones miserables que sólo daban para pagar la factura del teléfono'. Cukic concluye: '¡Hay que detenerlo, porque es culpable de toda la desgracia del pueblo serbio!'.

Ljiljana Milosevic, de 48 años, una costurera que trabaja en la industria textil, escribe sólo una frase en el folio de la querella: 'Por haber mandado a mi hijo a la guerra'. El hijo de Ljiljana, mecánico electricista, tuvo que ir tres meses a la frontera con Albania durante los bombardeos de la OTAN y, 'gracias a Dios, regresó sano y salvo, pero se tuvo que marchar al extranjero porque no tenía trabajo'. Ahora el joven vive en Holanda. Ljiljana opina que Milosevic tiene que ser juzgado y condenado. Ella vive en Belgrado con su esposo y su hija, gana 5.000 dinares al mes (menos de 15.000 pesetas) y se arreglan como pueden con los sueldos de los tres. La familia no se ocupa de la política, pero ella se volvió contra el régimen de Milosevic 'desde hace mucho tiempo, sobre todo desde que pasó eso con mi hijo'. Espera Ljiljana que las cosas mejoren ahora en Serbia, pero reconoce: 'Los cambios no pueden darse de la noche a la mañana'.

Stojan Jovanovic, de 79 años, economista jubilado que trabajó muchos años en el extranjero y habla francés, firma la denuncia contra Milosevic 'por la mala política que arruinó al país y la economía'. Los motivos de Ivanovic se relacionan sobre todo con la economía: 'Enriquecimiento ilícito; corrupción; sacar dinero del país; no devolver el préstamo para Serbia ; robo de los depósitos en divisas ; por el asesinato de inocentes y periodistas y echar a los jóvenes del país'.

Dice Ivanovic: 'Los serbios somos un país pequeño, pero somos gente inteligente. Yo firmo la petición de enjuiciamiento por Serbia y por mí mismo. Él es el responsable de todo. Si los políticos empiezan a hacer un juego poco claro para no juzgarlo, la gente se va a levantar de nuevo, y cuando los serbios se lanzan a la calle no lo hacen de broma. ¿Estuvo usted aquí el 5 de octubre? '.

El portavoz de Otpor, Vukasin Petrovic, un estudiante de Políticas de 25 años, explica que en dos semanas se han recogido 17.000 denuncias, algunas de las cuales servirán como prueba, y que ya han sido presentadas a la Fiscalía de Belgrado. Petrovic no es pesimista: 'Estamos en una transición y vivimos en una sociedad posdictatorial. Serbia está en la oscura Edad Media, sólo que sin Milosevic en el poder. Necesitaremos mucho trabajo para empujar a Serbia al siglo XXI'.

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