Matas aceptó estudiar otras alternativas al trasvase del Ebro pese al rechazo de Aznar
La izquierda acusa a Pujol de engañar a los catalanes por cambiar su posición ante la futura ley
El lunes 20 de marzo, tres días antes del pleno del Congreso, se reunieron para comer en Madrid Xavier Trías, portavoz del grupo parlamentario catalán en el Congreso, Jaume Matas, ministro de Medio Ambiente, Javier Arenas, secretario general del Partido popular, Juan José Lucas, ministro de Presidencia, Artus Mas, consejero jefe de la Generalitat de Cataluna y Felip Puig, consejero de Medio Ambiente catalán. En esa comida, según fuentes próximas a los comensales, se negoció y dio el visto bueno a una enmienda que deja expedita la vía jurídica para que en un futuro próximo se pueda plantear bien un trasvase del Ródano tal como lo expuso el presidente del Consorcio del BRL (Bajo Rodano-Languedoc) anteayer en el Congreso, o bien un trasvase desde el río Duero.
El texto de esas enmiendas estaba pactado y sirvió para que CiU votara en contra de todas las que planteaban la devolución del Plan Hidrológico Nacional y despachara con críticas contundentes el texto alternativo que habían presentado los socialistas.
Matas anunció en el Congreso su acuerdo de la siguiente manera: 'Quiero adelantar la aceptación, hoy y aquí, de una enmienda global presentada por Convèrgencia i Unió, que va a introducir la obligación de la elaboración de ese plan integral de protección del delta del Ebro en las condiciones definidas tanto por el portavoz de Convèrgencia, así como la introducción de otra enmienda que obligue a la realización de un estudio, de un segundo horizonte del agua para España, acudiendo a otras fuentes alternativas, lo que significa una demostración de la voluntad de esta Gobierno de lograr el mayor apoyo posible'.
'Todos rubricaron el texto final', aseguraron ayer fuentes parlamentarias de CiU, que se vieron sorprendidas el pasado martes por las contundentes palabras de Aznar en Vimbodí (Tarragona) en las que descartaba toda posibilidad de ejecutar ahora el trasvase del Ródano 'porque en España hay agua suficiente'.
'¡Que viva España!', exclamó ayer un diputado convergente que no daba crédito a esas manifestaciones y que, en su opinión, dejaban en mal lugar los compromisos de dos de sus ministros y al secretario del partido.
Pese a ello y al tono autoritario que observaron en las palabras de Aznar, CiU mantiene abierta la posibilidad de que se logre un acuerdo con el Gobierno. De hecho siguen negociando. La presidenta del Congreso, Luis Fernanda Rudi ha ampliado hasta el martes próximo el plazo para presentar enmiendas al Plan, que expiraba el viernes.
Matizar las inversiones
Aún así, dirigentes de CiU consideran que carecen de tiempo para perfilar las enmiendas y negociarlas con el PP de manera que les permita no tener que votar en contra del PHN. No descartan por ello que el periodo de enmiendas podría prolongarse más allá del martes. 'Tenemos que matizar bien las inversiones', afirma un portavoz de CiU.
El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, rechazó ayer la interpretación de CiU de que sus tesis habían quedado desautorizadas. Es más, consideró 'compatibles y nada contradictorios' los compromisos adquiridos con CiU y las declaraciones de Aznar. Matas señaló así que 'las cesiones en aras al consenso y al acuerdo parlamentario' que se habían negociado con CiU no significan 'un cambio de criterio con el planteamiento del Gobierno y del PP de que el único trasvase que aprobará la ley del Plan Hidrológico es el del Ebro'. El ministro señaló que tanto los interlocutores del PP como los de CiU trasladaron más tarde sus acuerdos al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, y al de la Generalitat, Jordi Pujol.
El presidente catalán recibió ayer una dura reprimienda de los tres grupos de izquierda en el Parlamento catalán como consecuencia de su actitud ante el PHN. El Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) acusaron a Pujol de 'dejar tirada' a la gente de las comarcas del Ebro. También le reprocharon haber engañado a los catalanes cuando, hace dos semanas, CiU votó contra el PHN en la Cámara catalana.
Pujol no se arredró y les acusó a todos de hacer 'demagogia'. 'Algunas de las cosas que dijo Aznar [en Vimbodí] no nos gustaron nada', admitió Pujol, quien no obstante subrayó que la inversión de 75.000 millones de pesetas prometida por Aznar era una consecuencia de la presión de CiU. El presidente catalán advirtió de que la coalición 'sigue rechazando' el proyecto tal y como está redactado actualmente.
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