Detenida en A Coruña la etarra que intentó introducir en Madrid dos furgonetas bomba
Se investiga si formaba un 'comando' itinerante que puso coches bomba en Sevilla, Roses y Gandia
Sáez de la Cuesta, que portaba documentación falsa a nombre de Isabel García, fue capturada a las 6.20 cerca de la estación de autobuses de A Coruña, tras haber pasado gran parte de la noche de bar en bar, posiblemente por sentirse seguida. La Guardia Civil halló en su poder 'una importante cantidad de dinero'. La localización fue posible gracias al seguimiento que durante la semana pasada se hizo a Eider Pèrez Aristizabal en su viaje de ida y vuelta en avión desde A Coruña a Bilbao.
En el aeropuerto vizcaíno fue recogida a su vuelta por Aitor Olaizola, que la llevó hasta su casa. Pérez fue detenida a las 10.25 en su domicilio de la calle Castaño de Rentería (Guipúzcoa), mientras que Olaizola fue capturado en su casa de la calle Escuelas de Irún, en la misma provincia, a las 12.20.
En los registros efectuados por la Guardia Civil se han hallado planos de A Coruña, otros de diversas localidades catalanas y varios de urbanizaciones de Roses (Girona), donde el 18 de marzo, la explosión de un coche cargado con 50 kilos de dinamita acabó con la vida del mosso d'Esquadra Santos Santamaría. Por ello, se investiga si pudieron participar en su colocación y en el de otro coche bomba que fue explosionado eses mismo día en Gandia (Valencia).
Los responsables de la lucha antiterrorista investigan ahora qué estaba haciendo en A Coruña Alicia Sáez de la Cuesta, liberada (a sueldo) de ETA, aunque la hipótesis más probable que barajan, a la vista de los documentos y de la gran cantidad de dinero que portaba, es que estuviera dando los primeros pasos para montar una infraestructura en Galicia para la próxima llegada de un comando a la zona o recabando datos para que un comando itinerante pudiera llegar y atentar. De hecho, el descubrimiento de los planos de Roses y la constancia de que la detenida llevó la furgonetas bomba hace pensar a los investigadores que formaban el comando itinerante que colocó coches bomba fabricados en Francia en Roses, Gandia y Sevilla. El único comando que ETA había introducido hasta ahora en Galicia fue desarticulado el 24 de julio de 1996, tras haber planeado un atentado contra el presidente de la Xunta, Manuel Fraga.
Sáez de la Cuesta era una de las terroristas más buscadas desde el 20 de diciembre de 1999. Ese día, la Guardia Civil de Tráfico interceptó en la Nacional II, a la altura de Calatayud (Zaragoza), una furgoneta cargada con 950 kilos de explosivo (900 de cloratita y 50 de goma), que iba conducida por José María Novoa Arroniz. Dos días después era localizada en Alhama de Aragón otra furgoneta con 738 kilos de explosivos.
Novoa contó entonces que formaba parte de una caravana que se dirigía a Madrid para introducir las dos furgonetas que iban a hacer estallar en un lugar que hasta el momento no ha sido determinado, ya que, el punto exacto supuestamente sólo lo conocía la mujer ahora detenida. La que el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor, denominó 'caravana de la muerte' iba encabezada por Sáez de la Cuesta, quien conducía un vehículo lanzadera (para avisar a la retaguardia de si había problemas), mientras la otra furgoneta era pilotada por Igor Martínez de Osaba. Ambos, que lograron escapar de la Guardia Civil, eran la piedra angular del comando Basurde (jabalí), creado en 1996 por Soledad Iparraguirre, Amboto, a quien diversas fuentes consideran ahora la jefa de ETA. El Basurde está acusado del asesinato del subteniente de la Guardia Civil Alfonso Parada, en mayo de 1998 en Vitoria. También se está investigando si Sáez de la Cuesta era la mujer que abandonó en una carretera de Benabarre (Huesca) un coche con 100 kilos de explosivos, destinado a volar un ferry en el puerto de Valencia.
El que fuera el comando Basurde ha quedado fuera de combate con esta detención, ya que otro terrorista que había logrado huir, Martínez de Osaba, fue arrestado el 10 de noviembre en Bilbao cuando estaba reconstruyendo el comando Vizcaya, cuyos cuatro anteriores miembros fallecieron en agosto al estallarles los explosivos que transportaban.
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