La reconversión afectará a 433 barcos y a unos 16.000 empleos

La falta de acuerdo pesquero tendrá como consecuencia inmediata una reestructuración forzosa del sector. La nueva situación afectará a 404 barcos españoles (algo más de la mitad andaluces y la otra mitad gallegos, principalmente, y canarios) y a 29 portugueses. Los segmentos de flota más perjudicados serán los dedicados a las capturas de crustáceos (105 buques), cefalópodos (80 buques) y la flota artesanal (33 buques) con más de 30 años y en muy mal estado de conservación, lo que limita sus posibilidades en otros caladeros y están abocados al desguace.

La reconversión afectará a 4.000 empleos directos y a 12.000 indirectos (de tierra), sin contar los 1.000 marroquíes enrolados en naos españolas. 'Tiene que realizarse y es algo que todos tenemos bien claro desde hace tiempo', declaró Franz Fischler, quien garantizó que 'no se trata de mandar a la gente al paro, sino de recolocarlos de la mejor manera posible'.

El Consejo Europeo de Niza recogió en sus conclusiones que, si no había acuerdo, la reconversión tendría que hacerse con fondos comunitarios. Fischler presentará ante el Consejo de ministros de Pesca una propuesta concreta para ello. Desde que la flota permanece amarrada a puerto esperando el acuerdo, Bruselas ha utilizado ya 60 millones de euros para contrarrestar los problemas de la falta de actividad. Las ayudas al amarre se mantendrán hasta finales de junio.

España calcula que serán necesarios más de 500 millones de euros para la reestructuración porque sus consecuencias sociales serán muy importantes. Fischler de momento no habla de cifras, pero afirma que 'es necesario y justo que España y Portugal reciban más medios'.