Aprender a enfocar la realidad

Juan baila bien. Juan es de Santo Domingo. Todo el mundo de Santo Domingo baila bien. ¿Correcto o incorrecto?

Responder a tan, a priori, sencilla cuestión puede suponer para los más jóvenes todo un ejercicio de eliminación de prejuicios o falsas generalizaciones. Aunque en la mayoría de los casos sea un ejercicio inconciente.

Ése es uno de los objetivos del proyecto educativo Veo, veo. Una Europa multicultural donde cabemos todos, en el que están participando durante este mes cientos de escolares almerienses.

El proyecto, realizado por la organización no gubernamental Asamblea de Cooperación por la Paz y por la Plataforma Educar para la Paz, parte de una idea original del Centro de Educación Global de Utrecht (Holanda), el Centro Pacifista de la ciudad de Amberes (Bélgica) y la Agencia de Educación Intercultural de Munich (Alemania).

A través de un circuito de juegos que evidencian la existencia de prejuicios, discriminaciones y chivos expiatorios, el proyecto pretende contribuir a la construcción de una sociedad más tolerante y solidaria.

Los juegos y cuestiones que se plantean van dirigidos a los escolares de entre 10 y 14 años. La intención es que los más jóvenes descubran de un modo atractivo y sin imposiciones que las apariencias engañan, los prejuicios pueden ser refutados desde la sensatez y las actitudes xenófobas, racistas o discriminatorias se pueden borrar sólo con preocuparse por conocer a los demás como realmente son.

Valores solidarios

Un vídeo que lleva por título Gente -basado siempre en imágenes que intentan desempolvar los valores solidarios-, es lo primero con lo que se enfrentan los escolares en este peculiar ejercicio.

Después se les entrega un cuaderno de trabajo denominado Pasaporte. Ése será su aliado más fiel para poder seguir un circuito de juegos donde obtener la reflexión del alumno se plantea como el objetivo principal.

Despojar a cualquier persona de prejuicios e ideas preconcebidas no es nada fácil. Aunque se trate de chavales supuestamente ajenos a pensamientos perversos más o menos asumidos. Los medios de comunicación, los amigos, la familia, incluso el propio colegio, se encargan de alimentar ideas y prejuicios que la exposición Veo, Ve' pretende desterrar de raíz.

La mayoría de los escolares que ha participado en esta muestra sigue empleando hábitos de competitividad. No consienten, por ejemplo, que otro compañero sepa la reflexión que les ha provocado tal o cual panel con dibujos y frases ilustrativas. Algunos, incluso, reconocen, que la visita a esa exposición no ha sido la excursión fácil que creían. 'Es un poco dificil porque hay que pensar mucho antes de contestar', afirma alguno.

Pero todos contribuyen, quizás sin saberlo, a poner un andamio más para una futura sociedad tolerante. Porque todos han tenido la oportunidad de saber lo que son los prejuicios, lo que duele sentirse discriminado y lo injusto que resulta convertirse en un chivo expiatorio.

El proyecto, que contempla también un cursillo de preparación y evaluación para el profesorado, permite que los escolares sepan aprender a enfocar la realidad, lo que supone no aventurar teorías premeditadas cuando no se cuanta con toda la información necearia.

'No es muy fácil contestar a todas las preguntas, pero estamos aprendiendo muchas cosas que no sabíamos. Hay cosas que das por hechas y no son así', explica uno de los alumnos que ha pasado por la muestra.