Los científicos exigen centros e infraestructuras
La red nacional que aspira desarrollar el Ministerio de Sanidad y Consumo a través de la Fundación para la Investigación del Genoma Humano (FIGH) y sus objetivos fundamentales son vistos, en términos generales, con buenos ojos por miembros de la comunidad científica española. No obstante, entienden que de esa red deben surgir equipamientos científicos específicos, nuevos centros tecnológicos y apoyo real a los investigadores.
Así lo considera Xavier Estivill, investigador del Instituto de Investigaciones Oncológicas (IRO). En su opinión, se requiere de 'mayor inversión en investigación' y, de manera especial, 'recursos genómicos como los que existen en otros países', desde librerías genómicas hasta asesoramiento bioinformático, pasando por elementos para hacer, por ejemplo, biochips para diagnóstico.
A su juicio, serían necesarios 'uno o dos centros' que ayudaran a desarrollar modelos animales para el estudio de enfermedades, en especial ratones transgénicos. Estos mismos centros podrían especializarse en la generación de herramientas para terapia génica. Del mismo modo, añade Estivill, sería preciso la creación de un centro dedicado a genotipación a gran escala para estudios de fármaco-genómica y análisis masivo de datos y muestras biológicas. En paralelo deberían potenciarse o crearse centros para secuenciación y bioinformática.
Sin precipitación
Una red nacional, coincide Santiago Rodríguez de Córdoba, del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC) de Madrid, podría facilitar el acceso de todos los grupos a esos centros e infraestructuras. En España, indica, 'hay ya investigadores destacados' en todas las áreas de la genómica, pero que carecen de las estructuras necesarias para su trabajo. Y todo ello, añade, hay que hacerlo con el tiempo necesario. 'No sería bueno que por querer recuperar el tiempo perdido ahora nos precipitáramos'. Rodríguez defiende la necesidad de sentar las bases para 'crear escuela' y dotar a la comunidad científica de lo que 'hemos carecido siempre', infraestructuras, centros de investigación, grandes equipamientos y personal técnico de soporte a la investigación.
Para la nueva era que dictarán las investigaciones en genómica y proteómica, dice Alfonso Valencia, del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) de Madrid, deberán resolverse 'retos cuantitativos' para los que no existen las infraestructuras adecuadas en España. Él no cree en la necesidad de 'centros faraónicos', sino más bien basados en la reagrupación de grupos o centros ya existentes a los que se dote de tecnología y financiación suficientes. 'Hay que pensar en clave de futuro, pero sin dejar de mirar grupos que, aunque pequeños y dispersos, son muy competitivos'.
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