Los ladrones del cadáver del banquero Cuccia piden 600 millones
Los restos de Enrico Cuccia, el banquero más famoso de Italia, valen seis millones de francos suizos, es decir, unos 630 millones de pesetas. Ésta es la cantidad que reclaman los desconocidos que robaron el cadáver del presidente honorario del banco de negocios Mediobanca de la tumba del cementerio de Lago Maggiore, donde reposaba desde junio. La petición figura en una carta enviada por los secuestradores a un supuesto familiar, Paolo Cuccia, un alto cargo de la empresa municipal de electricidad y agua de Roma (Acea), que en realidad no tiene nada que ver con los Cuccia de Milán. La misiva, que incluye una foto polaroid en la que puede verse el féretro del banquero, aún dentro de la tumba, con la losa de mármol rota, llegó a la sede de la Acea el miércoles, tres días antes de que se descubriera que la tumba había sido profanada. La policía concedió ayer crédito total a esta reivindicación del robo, la tercera que se produce en menos de una semana.
La extraña peripecia de la desaparición del cadáver, que fue advertida el sábado por una empleada doméstica de la familia que cuida también las tumbas del banquero, fallecido a los 93 años, y de su esposa, se revela así como un vulgar secuestro con fines económicos y escasas posibilidades de éxito. La familia Cuccia había declarado ya, tras descubrirse el robo, que no pagarían un céntimo por recuperar los restos del banquero.
La policía había barajado otras hipótesis, entre ellas la de que el cadáver hubiera sido robado por los integrantes de alguna secta. También se recibieron dos llamadas en las que un desconocido grupo de los Parados Revolucionarios reivindicó el secuestro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.