El Vaticano negocia el final del cisma de los seguidores del arzobispo Lefebvre

El portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, confirmó ayer que la Iglesia mantiene contactos con los seguidores del arzobispo francés Marcel Lefebvre, excomulgado en 1988. Férreo opositor al reformismo del Concilio Vaticano II, en el que participó convencido de que la silla de Pedro y la autoridad de Roma estaban 'ocupadas por anticristos', Lefebvre fundó la Fraternidad Sacerdotal San Pío X en 1968 y cuenta con unos 350.000 seguidores, de los que cinco son obispos -uno de ellos, el español Alfonso de Galarreta, nacido en Torrelavega (Cantabria) hace 44 años-; 400, sacerdotes; 200, religiosas, y 170, seminaristas. Los lefebvrianos están presentes en 30 países y cuentan con 700 lugares de culto.

El Vaticano lleva tiempo preparando el final de este cisma, para lo cual la Fraternidad Sacerdotal San Pío X recibiría el privilegio de una prelatura personal semejante a la que disfruta el Opus Dei. El cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos es quien dirige las negociaciones.

El del arzobispo Marcel Lefebvre, fallecido en Suiza en 1991, fue el tercer cisma del siglo XX en la Iglesia católica, tras los de las iglesias nacional checa (1920) y china (1950).

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