Montserrat de Vehí pierde el apoyo de los otros dos síndicos de CiU, que votan al PP

Montserrat de Vehí, candidata de Convergència i Unió (CiU) a síndica mayor de la Sindicatura de Cuentas, se quedó ayer sola con su voto, ya que los otros dos síndicos de CiU decidieron su voto en favor de Manuel Barrado, propuesto por el Partido Popular (PP), como autoridad responsable de la entidad. La quinta votación para elegir a la primera autoridad de la institución acabó también en fracaso y aumentó la sensación de voluntad de bloqueo. La próxima votación se celebrará el 3 de abril; mientras, en la Sindicatura de Cuentas cunde el desánimo.

Después de un quinto rechazo, esta vez de los otros seis síndicos, la candidatura de Montserrat de Vehí a sustituir a Ferran Termes como primera autoridad de la Sindicatura de Cuentas se puede considerar fracasada. En la votación celebrada ayer por la tarde, la candidata de CiU, respaldada por el presidente del Parlament, Joan Rigol, y por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, perdió el apoyo de los otros dos síndicos propuestos por CiU, Marià Nicolàs y Francesc Xavier Vela.

Nicolàs y Vela apoyaron ayer por primera vez a Manuel Barrado, síndico a propuesta del PP, que obtuvo tres votos de los siete totales. Los otros tres votos continuaron favoreciendo a Josep Maria Carrera, el candidato del PSC, quien fue apoyado por el síndico Jordi Petit, propuesto también por el PSC, y por Jacint Ros Hombravella, síndico a propuesta de ERC.

La inesperada actitud del síndico Vela al apoyar a Barrado dio un vuelco a la situación y empeoró el bloqueo del órgano que audita al sector público catalán. Los síndicos propuestos por el PSC y ERC dificilmente apoyarán al candidato del PP, Manuel Barrado, cuyo perfil consideran inapropiado para ser síndico mayor.

Los compañeros de De Vehí, Xavier Vela y Marià Nicolàs, se habían negado en varias ocasiones a apoyar la candidatura de De Vehí y acogiéndose a su independencia del grupo político que los propuso, dejaron de votar en blanco o a sí mismos para apoyar al candidato Barrado. Su decisión hizo ayer imposible el nombramiento.

La crisis de la Sindicatura de Cuentas tras la dimisión de Termes, pocas semanas después de haber sido reelegido, amenaza con paralizar la entidad, entre cuyos funcionarios cunde el desánimo ante lo que califican de guerra de personalismos.

Barrado, que recibió duras críticas de Ferran Termes, quien en el Parlament le acusó de 'incompetente', fue ayer el gran beneficiado de las incertidumbres entre los síndicos de CiU.

Visto el cariz que tomó el resultado de la quinta votación, la institución no volverá a votar la elección de su primer representante hasta el próximo 3 de abril. Fuentes de la entidad dan como probable que en esa fecha sea elegido Josep Maria Carrera o Manuel Barrado. Las mismas fuentes destacaron ayer la necesidad de 'no partidizar' la crisis del organismo fiscalizador de la Administración catalana y buscar una 'solución institucional' para superar la crisis abierta.