Maestros y el 28-F

Uno no sale de su asombro cuando me desayuno por la mañana leyendo en EL PAÍS Andalucía del 28 de febrero, día tan señalado por otra parte, la carta de Francisco Correa Figueroa con el título 'Un maestro discriminado'.

¿Cómo se puede utilizar la bandera andaluza para engañar a miles de andaluces desde la denominada Plataforma por la Homologación en Andalucía? Es hora de que los andaluces sepan qué es esa plataforma y lo que se esconde detrás de sus dirigentes.

La mal llamada 'plataforma por la homologación', es un sindicato corporativista (sólo representa a los profesores y profesoras de la Enseñanza Concertada) cuya acta fundacional tengo en mi poder, registrada en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales el día 8 de octubre de 1998, acta que en su artículo 1º deja bien claro que se constituye al amparo de la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto y Decreto 14/1986 de 5 de febrero y que en el último párrafo de ese artículo dice: 'La presente asociación tiene carácter y naturaleza jurídico sindical...', que dicha acta está firmada por antiguos afiliados a CC OO que, por diversas circunstancias largas de contar, salieron de esa organización, creada para la defensa de los intereses del conjunto de la clase trabajadora, para fundar su propio 'sindicato' y así defender los intereses, dicen ellos, de unos pocos.

¿Cómo podrán explicar a los cientos de compañeros de los centros concertados en Andalucía (limpiadoras, porteros, conserjes, otros profesores como ellos, pero que no tienen la suerte de estar en pago delegado...) que eso de la homologación y el tan cacareado artículo 49.4 de la LODE no va con ellos?

Ya está bien de demagogia y no escondamos la verdad bajo el paraguas de plataformas ciudadanas, que estos conceptos son demasiados serios para jugar con ellos tan alegremente.

A mí también me duele Andalucía, pero por tantas y tantas injusticias que en los comienzos de este nuevo milenio se cometen en nuestra tierra: emigrantes sin papeles que se les impide trabajar, pescadores que no pueden salir a faenar, los que mueren en el Estrecho buscando una vida mejor, los que pierden su trabajo por el cierre de sus empresas y no encuentran trabajo, por los políticos xenófobos... y por tantas y tantas otras cosas que de verdad importan a los andaluces, por ello yo también grito: ¡Me duele Andalucía!-