Primera experiencia europea de telemedicina en diálisis domiciliaria
La aplicación de la telemedicina a la diálisis domiciliaria para tratar la insuficiencia renal crónica permitirá ampliar significativamente el porcentaje del 10% de pacientes que ahora están sometidos a este tratamiento. El 90% restante recibe hemodiálisis en las unidades especializadas. Desde 1999 se está realizando en Madrid una experiencia de telemedicina en diálisis domiciliaria, que se enmarca en el proyecto Attract, financiado por la Unión Europea, en el que participan el hospital Severo Ochoa de Leganés y el grupo de Bioingeniería y Telemedicina de la Universidad Politécnica.
Los primeros resultados de esta iniciativa, que han sido presentados en Madrid en el Primer Congreso Internacional de Telemedicina, demuestran además que el sistema de teleconsultas mediante videoconferencia reduce un 75% las visitas programadas al hospital y hasta un 90% las de urgencias.
Esta experiencia, en la que participan ocho pacientes de entre 30 y 80 años, sin estudios previos de informática, consiste en realizar teleconsultas mediante videoconferencia en enfermos sometidos a diálisis peritoneal continua ambulatoria y diálisis peritoneal automatizada. Mientras que en el primer caso el paciente realiza de modo manual cuatro veces al día el intercambio de los líquidos de diálisis, en el segundo caso emplea una máquina, la cicladora, que actúa por la noche durante el sueño.
Telemonitorización
'La telemedicina nos permite telemonitorizar al paciente, observando todos los cambios que pueda registrar en respuesta al tratamiento. Hasta el momento la telemonitorización, que también nos permite variar el tratamiento sin que el paciente se mueva de casa, sólo es posible en la diálisis automatizada, ya que la clicladora que emplea mientras duerme registra los distintos aspectos del tratamiento', dice la nefróloga Paloma Gallar, de la unidad de diálisis del hospital Severo Ochoa. A juicio de esta especialista, el sistema de teleconsultas ha permitido por el momento ampliar hasta el 40% el número de pacientes de este centro hospitalario dializados en casa.
Miguel Ángel Valero, investigador del Grupo de Bioingeniería y Telemedicina de la Politécnica de Madrid, explica que en el hospital se necesita un ordenador con una tarjeta de videoconferencia, el programa de telemedicina y tecnología xDSL o RDSI, mientras que el paciente sólo requiere un monitor cualquiera de televisión, la conexión a la red y un pequeño equipo de sobremesa con la aplicación.
Mediante este sistema el médico o el personal de enfermería controla en el ordenador vía módem qué tratamiento ha realizado el paciente, cómo responde a él y si es necesario introducir modificaciones. 'También vía módem', añade la nefróloga, 'se puede hacer el cambio del tratamiento en la cicladora sin que el paciente intervenga. Lo único que debe hacer es confirmarlo pulsando un botón'.
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