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Reportaje:

'El efecto Rodríguez'

El apoyo vecinal al alcalde de Huelva afecta a la acción de control de la oposición sobre la gestión local

El alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, del Partido Popular (PP), se ha instalado en una contradicción que le favorece. Las arcas municpales soportan una deuda calculada por la oposición en unos 30.000 millones de pesetas, que sitúan al Ayuntamiento onubense al borde de la quiebra; es el tercer alcalde mejor pagado de España, con un sueldo de 13 millones de pesetas anuales, lo que en su día provocó una fuerte polvareda política; y desde el PSOE llueven las denuncias sobre presuntas irregularidades económicas y urbanísticas en la gestión del primer edil. Pero la mayoría de los vecinos de Huelva vive confortablemente instalada en lo que el propio portavoz socialista, José Juan Díaz Trillo, ha denominado 'el efecto Rodríguez'. Los ciudadanos, mayoritariamente, están encantados con su alcalde, un maestro en el arte de la seducción.

Pedro Rodríguez es el segundo alcalde porcentualmente más votado de España, detrás de Teófila Martínez, presidenta del PP de Andalucía y alcaldesa de Cádiz. La Corporación onubense quedó, tras las pasadas elecciones municipales, así: 18 concejales del PP, siete del PSOE y uno de Izquierda Unida (IU). Algunos ediles de la oposición dudan del desgaste político que Pedro Rodríguez haya podido sufrir en estos años por la labor de gobierno y por el diluvio de denuncias sobre su gestión. Un concejal de la oposición confesaba recientemente: 'Este alcalde se ha consolidado en el cargo. Incluso está ahora en condiciones de ampliar su grupo'.

La clave del éxito parece radicar en la personalidad de Pedro Rodríguez. El secretario general del PP, Javier Arenas, que introdujo en 1995 al empresario Pedro Rodríguez en política, afirmó hace dos años durante un mitin celebrado en Huelva: 'Pedro triunfa y no sólo porque es una persona simpática. Aunque hay que reconocer que Pedro es simpático'.

Manuel Rodríguez, portavoz municipal de IU, un viejo militante comunista, reconoce sus abismales diferencias políticas con el alcalde, pero confiesa su afinidad personal con él: 'Resulta muy difícil llevarse mal con Pedro. Es lo contrario a un político al uso. Es humano, cordial, no tiene que realizar ningún esfuerzo parta agradar a la gente. Nació tocado por el don natural de la simpatía. Pedro Rodríguez ha roto con todos los estereotipos de los anteriores alcaldes de Huelva'.

Pedro Rodríguez ha confesado reiteradamente que a él unicamente le importa Huelva, una palabra que pronuncia con orgullo, con la boca llena, y que el color político es secundario. Y hace cosas para demostrarlo. El pasado día nueve presidió la inauguración en Huelva de una calle dedicada a Dolores Ibárruri, Pasionaria. Ahí estuvo, entre un grupo de unos 500 militantes comunistas que cantaron la Internacional y, al final, lo invitaron orgullosos a unos chatos de vino peleón. Pedro Rodríguez compartió el acto con los secretarios generales del Partido Comunista de España y de Andalucía, Francisco Frutos y Felipe Alcaraz, respectivamente, para dar cumplimiento a una moción presentada por IU, pero aprobada gracias a la mayoría absoluta del PP. Cuando alguien ondeó en el transcurso del acto una bandera con los colores de la República, el alcalde se limitó a mirar para otro lado. 'Estoy muy agradecido por la asistencia de Pedro a ese acto. Ahí no había ni una sola posibilidad de ganar votos. Demostró su talante democrático', afirmó ayer Manuel Rodríguez.

José Juan Díaz Trillo lleva meses en el intento de que cale en la ciudad un mensaje: comparar a Pedro Rodríguez con Jesús Gil. 'Tenemos en Huelva el retrato robot del típico alcalde populista. Pero aquí se empieza a generar un sentimiento de indignación en unos casos, y de frustración, en otros. Hay infinidad de datos en contra del alcalde. Por ejemplo, el paro se está disparando en esta capital', afirmó.

A Manuel Rodríguez, el alcalde no le gusta nada políticamente. 'Pedro Rodríguez se ha instalado en la política como espectáculo, ha intentado deslumbrar a los ciudadanos, pero detrás no hay nada. En Huelva hay barriadas sumidas en la más triste marginalidad. Constituyen problemas sin resolver', señaló.

El portavoz de IU considera que el alcalde es un consumado experto en la venta de irrealidades: 'Ha dicho, por ejemplo, que Huelva tendrá en breve un aeropuerto, cuando no existe ni un estudio sobre este asunto, y habla desde hace cinco años de la construcción del denominado Polígono Agroalimentario, cuando no se ha colocado ni un ladrillo. Este alcalde se ha instalado en la mentira permanente, en la política basura'.

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