El colegio Mirasierra subsana las anomalías en el cobro de actividades

El colegio concertado Mirasierra, que en enero pasado mantuvo una comisión de conciliación con la Consejería de Educación por las 'irregularidades' detectadas por la inspección, asegura que 'ha cumplido siempre el reglamento de conciertos'.

El centro fue denunciado por una madre que aseguró que el colegio había intentado imponer que apuntase a su hijo a una actividad extraescolar -natación- que tenía lugar una vez al mes en el polideportivo de Ciudad Lineal y por la que los padres pagaban 1.200 pesetas. La madre llegó a decir que, tras negarse a apuntar al niño, éste fue encerrado en el botiquín durante la hora que duró la clase.

Según un escrito de la directora, Mercedes Díaz, y del claustro de profesores, la denuncia 'daña profundamente la sensibilidad de toda la colectividad educativa del centro'. Y relata así los hechos: 'Este alumno nunca fue ni se le obligó a ir a natación. Todo lo más se le informó de los beneficios de dicha actividad. (...) El profesor de educación física le comentó [al alumno] 'si no quiere tu madre que salgas del colegio el día de natación, los trabajos a realizar en casa los haces en el gabinete medico', frente al despacho de la directora y atendido por ella mientras el profesor acompañaba al resto de sus compañeros al polideportivo'.

El Mirasierra reconoce que no había solicitado el prescriptivo permiso de la Consejería para el cobro de las actividades complementarias que se venían impartiendo para prolongar el horario, tal y como le recuerda la inspección en una carta del 22 de enero. La Ley Orgánica Reguladora del Derecho a la Educación señala en su artículo 62, como causa de incumplimiento del concierto, 'percibir cantidades por actividades complementarias o servicios no autorizados'. En la comisión de conciliación de enero pasado, en la que estaba presente el titular del centro, una representante de la asociación de padres y la administración, se acordó mantener las clases de natación.

Díaz mantiene que la madre que representó al APA en la comisión de conciliación manifestó 'que los padres siempre han conocido el carácter voluntario de la actividad complementaria y la pertenencia al APA (por la que se cobra 4.000 pesetas anuales)'. La inspección había detectado en su visita que 'no quedaba suficientemente claro' este último término.

La comisión acordó igualmente retrasar el cobro de 12.000 pesetas que percibía el centro antes de que las familias formalizasen la matrícula -en concepto de gabinete psicológico y médico- a la formalización de la inscripción de los alumnos. La directora afirma que si un niño finalmente no se inscribe se le devuelve el dinero.