'En el nombre del padre'

Por encima del calendario comercial, felicidades papá, como si todos los días fueran San José. Creo que en Valencia queman las fallas este año en tu honor, y que los carpinteros de todo el mundo te están haciendo una mecedora. El refranero se ha puesto a hablar de ti y no para: 'De tal palo, tal astilla', 'El que a buen árbol se arrima, buan sombra le cobija', 'Hijo eres, padre serás, cual hicieres, tal habrás'...

Nunca os hemos necesitado tanto como ahora: nuestra familia mediterránea es ahora una familia americanizada, nuclear, mínima, que se mueve a la misma velocidad que el mundo global, economizado, veloz, individual e injusto, en la que los mayores son un obstáculo o una molestia o una incomodidad obligada y no un referente necesario, un eje de sabiduría familiar.

Ahora que yo soy también padre te entiendo mejor y me alegro de tenerte cerca. El 11 de marzo no estabas en la plaza de San Pedro de Roma, nadie te nombró, pero conozco bien los martirios íntimos por los que habéis pasado los de vuestra generación, los que tenéis más de ochenta años, y es entonces cuando valoro el regalo que nos habéis legado durante todo este tiempo.

Por eso, cuanto te obsequio algo en una fecha como la del Día oficial del Padre, me estoy obsequiando en realidad a mí mismo. Os debemos un homenaje.-