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Fatos Nano: 'Los albaneses son ciudadanos de segunda en Macedonia'

'Los albaneses no tenemos por qué ser un factor de inestabilidad en los Balcanes. Del Gobierno de Tirana no emana un mensaje de panalbanismo y no hay interés por unir nuestra diáspora anexionando provincias ajenas'. Fatos Nano, ex primer ministro albanés y presidente del Pacto para la Estabilidad en el sureste de Europa, señaló ayer durante su visita a Madrid que el estallido de violencia en Macedonia no es un conflicto importado. 'Es producto de la marginación sistemática que ha sufrido en ese país la población de etnia albanesa [el 20% en cifras oficiales, aunque el Consejo Europeo de Acción Humanitaria y Cooperación la estima en un 40%] y que se traduce en guerra, soldados y mercenarios'. Todo ello a pesar del incipiente reconocimiento de algunos derechos de esa minoría por parte del actual Gobierno macedonio, en cuya coalición figuran seis ministros del Partido Democrático de los Albaneses.

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Nano asegura que Albania respeta la integridad territorial de Macedonia y Serbia. 'Hemos digerido las lecciones del pasado y tratamos de lanzar un mensaje de europeísmo e integración. No tenemos interés en construir la Gran Albania'. Pero 'resulta imprescindible garantizar la integración política, económica, y social de los albaneses en Macedonia mediante una reforma constitucional que cambie su actual status de ciudadanos de segunda'. Según el Consejo Europeo de Acción Humanitaria y Cooperación, la tasa de paro de los albaneses en Macedonia duplica a la del resto de la población, viven en zonas depauperadas y hasta hace poco tenían prohibida la enseñanza de su lengua en las escuelas.

Solución política

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Por ello el ex primer ministro cree que la mejora de las condiciones socioeconómicas de esa minoría 'haría más difícil el reclutamiento de mercenarios para la lucha armada'. La solución al conflicto tiene que ser, a su juicio, política y no militar. 'Pasa por sentarse a hablar con los radicales y garantizarles las reformas. El problema de fondo en Macedonia no se resuelve con las armas o con el alineamiento de fuerzas paneslavas contra fuerzas potencialmente panalbanistas'. Y resalta el papel de la UE en la transformación de los Balcanes en 'una región capaz de construir un mercado abierto y garantizar las instituciones democráticas'.

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