Felip Puig presenta la desaladora de Tarragona sin decir quién la pagará

Puig explicó que se han encargado los estudios técnicos y de prospección, que deberían estar finalizados en un año. La planta entraría en funcionamiento a finales de 2002. El consejero dijo que la obra 'es una de las propuestas alternativas presentadas en las alegaciones al Plan Hidrológico Nacional [PHN]'. Puig pretende que se recoja en los anexos de las inversiones previstas en el mismo.

El consejero de Medio Ambiente realizó ayer toda una declaración sobre la política del Gobierno de CiU respecto al PHN aprovechando el anuncio de la planta, cuya financiación está en el aire: 'La nueva cultura del agua que otros partidos políticos reivindican, nosotros ya hace años que la llevamos a cabo'. Puig aseguró que el Gobierno convergente se había avanzado a las directivas europeas al introducir el canon del agua, el impulso a las depuradoras o a las plantas de desalinización.

Puig se refirió también a las últimas declaraciones del presidente del Gobierno, José María Aznar, referidas a que los aragoneses deberían estar muy tranquilos por cuanto el trasvase previsto en el PHN se realiza en tierras catalanas. Puig le dio la razón y recordó que la puesta en marcha del pacto del agua en la comunidad aragonesa 'podría suponer un impacto mayor en la parte baja de la cuenca'.

El consejero criticó las afirmaciones del secretario de Estado de Aguas, Pascual Fernández, que reprochaba el supuesto inmovilismo de CiU en la negociación del PHN. Puig recordó que pocos días atrás, el propio Aznar había acusado a CiU de mantener posiciones diferentes de un día para otro. También el alcalde de Barcelona, Joan Clos, respondió a Fernández, quien le había acusado de mantener silencio. Clos dijo que la ciudad paga el agua más cara de España y es obligación de los Gobiernos central y catalán garantizar el suministro de modo sostenible.