El 51% de las víctimas de agresiones sexuales en pueblos de Sevilla son niñas
Un estudio refleja que las mujeres rurales silencian más la violencia
Las características de las agresiones sexuales tienen especifidades dependiendo del entorno. Un estudio comparativo de la violencia sexual contra las mujeres en zonas rurales y urbanas de Sevilla, elaborado por el equipo de investigación de la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales de Andalucía (Amuvi) después de analizar 124 casos, proporciona datos escalofriantes sobre el perfil de las agredidas.
Tanto en la capital como en la provincia, las menores de 17 años sufren la mayoría de las agresiones sexuales: son el 63% en la ciudad y el 76% de zonas rurales. El porcentaje de niñas que no superan los 12 años es elevado en ambos entornos, pero es en el ámbito rural donde las cifras resultan más escalofriantes: el 51% de las víctimas tienen menos de 12 años (en la capital representan el 34%). Las autoras del estudio explican que estos datos rompen la 'idea generalizada' de que la infancia es un periodo de mayor protección para las mujeres y 'nos abre los ojos al grave problema del abuso sexual infantil'. Algunos de las víctimas atendidas por Amuvi tenían 4 años.
El estudio, que ha sido uno de los que ha ganado el premio de investigación para la mujer, organizado por la Diputación de Sevilla, refleja que el 80% de los agresores son conocidos de la víctima. Esta relación se detecta sobre todo cuando se trata de violencia sexual contra menores.
Hogares de alto riesgo
La estadística demuestra, además, que los ataques proliferan en el entorno afectivo de la víctima. El 15% de las menores fueron violentadas por su propio padre. Este hecho, según Amuvi, 'nos sume en la contradicción de que si la familia es el núcleo principal de protección y cariño para una niña es también el lugar donde más probabilidad tiene de sufrir actos violentos'.
En el caso de conocidos sin vínculos familiares, son los calificados como 'amigos' por la víctima los que cometen con más frecuencia actos de violencia sexual. Dentro de esta definición, sin embargo, se incluyen agresores 'recientemente conocidos con quien la víctima mantenía una relación superficial: ligues de fin de semana, conocidos de la movida..'
En cuanto al perfil de los agresores se observan algunas diferencias entre el medio rural y el urbano, aunque en ambos casos se rompe la creencia de que tiene un aspecto amenazador. En el 67% de los casos urbanos y en el 81% de los rurales tenía una imagen 'deportiva, juvenil y/o buen aspecto'. Las autoras destacan esta variable por su importancia a la hora de prevenir la violencia sexual y sus efectos para la credibilidad de la agredida: 'Este hecho incide en que se ponga en tela de juicio la veracidad del testimonio de la víctima porque popularmente se tiende a pensar que alguien con una buena apariencia debe ser también una persona incapaz de cometer actos tan atroces'.
En la ciudad se dan más casos de agresiones sexuales cometidas por menores de edad y jóvenes que en el resto de la provincia. La franja de edad que predomina entre los agresores urbanos oscila entre los 26 y 35 años, mientras que en el entorno rural suele ser un varón de entre 36 y 45 años. La mayoría de las agresiones sexuales en el medio rural se producen de forma reiterada: representan el 72% de los casos. Estos datos se invierten en la ciudad, donde el 80% son esporádicas.
El estudio destaca que las características propias del entorno influyen en la reincidencia del delito. El estigma social y la vergüenza en zonas rurales 'impiden a las mujeres romper su silencio'. Esta actitud favorece la conducta del agresor y su sensación de impunidad. También es uno de los factores que explica los pocos casos en los que se emplea la violencia física en zonas rurales, donde el agresor recurre a su relación de superioridad para cometer sus ataques.
Los abusos sexuales, sostiene el estudio, se producen en mayor medida en zonas rurales y de forma reiterada por agresores conocidos, que utilizan 'como estrategia la prevalencia de su situación de superioridad manifiesta que coarta la libertad de la víctima, el engaño y la seducción'. El informe de Amuvi señala que el tipo más común de agresor sexual es el hombre solitario. Sólo un 5% de los casos analizados habían sido agresiones cometidas por dos o más hombres.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.