La ABAO presenta la 'Lucrezia Borgia' de Donizetti en un montaje que huye del realismo
El reparto y la dirección han tenido que hacer frente a tres sustituciones
La premura de tiempo para ensayar se ha convertido, por tanto, en el principal escollo a salvar por el penúltimo título de la actual temporada de la ABAO, ya que el equipo contratado inicialmente ha sufrido tres bajas. El director Eric Hull sustituirá a Richard Bonynge al frente de la Orquesta Sinfónica de Euskadi; el tenor italiano Giuseppe Filianoti interpretará a Gennaro en lugar de Roberto Anorica, y la mezzosoprano Anna Bonitatibus, también italiana, dará vida a Maffio Orsini, papel otorgado en un principio a Katja Litting.
'Los contratos se firman con años de antelación y cuando llega la representación los inviernos nos traen unos certificados médicos, que en algunos casos son hasta de neumonía, que naturalmente hay que aceptar', afirmó ayer un destacado miembro de la ABAO para justificar los cambios que se han producido.
'Una mujer objeto'
Dichos impedimentos se unirán a la siempre difícil puesta en escena de Lucrezia Borgia, ópera en un prólogo y dos actos de Gaetano Donizetti (con libreto de Felice Romani) que Sagi ha adaptado huyendo del realismo. 'Lucrezia Borgia es complicada porque muchas veces se pierde la fuerza del argumento. He intentado hacer una cosa bastante conceptual, no ir al realismo, ya que cuando se hace una cosa tan sumamente abstracta hay que ir a una cosa más conceptual', revela el director de escena, para quien la música de la obra es 'muchísimo mejor' que el texto.
La trama urdida por Felice Romani, inspirada en la Lucrezia Borgia firmada por Víctor Hugo, está ambientada a principios del siglo XVI en Venecia y Ferrara. En ambas localizaciones se desarrolla una tragedia en la que no faltan 'hijos que no se sabe de dónde llegan, maridos celosos, venganzas, muertes imprevistas, venenos y complicaciones semejantes', y que en esta ocasión cuenta con la soprano alicantina Ana María Sánchez interpretando el papel protagonista. Ella dará vida a la Duquesa de Ferrara, quien envenenara a una multitud con el letal vino de los Borgia.
Sin embargo, Sánchez prefirió destacar características ajenas a la maldad a la hora de describir su personaje. 'Creo que Lucrezia tampoco tenía nada de malo; lo que pasa es que las circunstancias familiares, políticas e históricas la llevaron a ser un instrumento de la familia. La utilizaron vilmente, sin misericordia alguna, para cuestiones políticas, la casaban con quien les parecía bien, y todo siempre en función de razones de estado y otros intereses. Creo que lo único que hizo la pobre fue defenderse, al ser una de las primeras mujeres objeto', asegura la cantante.
Los proyectos inmediatos de la soprano son participar en la puesta escena de Un ballo in maschera, en el Metropolitan de Nueva York, y en la de Il trovatore, en Florencia.
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