'El Manchester no, por favor'
Irureta, aclamado de madrugada por la afición, no quiere al United
Tras el sufrido éxito de San Siro, el Deportivo quiere tomarse un descanso y evitar por un tiempo los grandes escenarios. Cansado por un largo viaje y eufórico por haber sobrevivido a un partido infernal, el Deportivo regresó ayer a casa a las siete de la madrugada deseando que su próxima visita, en cuartos de final, no sea al viejo Old Trafford. El entrenador, Javier Irureta, era el más expresivo: 'Por favor, que no nos toque el Manchester'.
El fútbol moverá montañas, pero tampoco puede con los misterios de la aeronáutica. Los responsables del aeropuerto coruñés de Alvedro no quisieron abrir las instalaciones para el Deportivo en la madrugada de ayer, y la expedición procedente de Milán tuvo que volar a Vigo para, desde allí, recorrer otros 150 kilómetros por carretera. Durante el viaje desde Italia, reinó una euforia contenida. Los más explícitos en mostrar su alegría fueron los directivos, que se unieron a algunos aficionados y aprovecharon el vuelo para dar un repaso al cancionero popular gallego con destreza de orfeón. Pero en Vigo aguardaba una ruidosa sorpresa: más de medio centenar de hinchas coruñeses que, exultantes por el éxito de su equipo, se echaron a la carretera y esperaron hasta casi las cinco de la madrugada para dar todo un recibimiento a los nuevos héroes de San Siro.
'¡Jabo, quédate!'
Los futbolistas pusieron cara de incredulidad cuando, al ir a recoger sus equipajes, escucharon la inesperada algarabía. '!Volveremos a San Siro!', vociferaban los desatados hinchas en alusión a la final de la Liga de Campeones, que se disputará en Milán. También hubo muestras de afecto para el entrenador. '!Jabo que-da-te!', le coreó la muchachada. El técnico aún no ha decidido si renovará su contrato con el club, que expira en junio, pero lo cierto es que la atmósfera que se ha ido creando en torno al equipo desde la conquista del título de Liga parece reclamarle la continuidad. Irureta se ha ganado el respeto de la afición, aunque hasta ayer no estaba acostumbrado a tan públicas y expresivas manifestaciones de aprecio.
El futuro inmediato, en todo caso, es el sorteo de mañana para los cuartos de final. Y el deseo de casi todos, que no toque el Manchester. 'Sin duda, el que menos me gustaría', admitió Mauro Silva, quien pasó al mediodía un reconocimiento médico por la elongación en un abductor que sufrió en Milán. En la misma noche del martes, nada más concluir el partido, Irureta ya había dicho: 'Ya no sé qué será mejor, quedar primeros o segundos de grupo, porque ahora tenemos la posibilidad de que nos toque el Manchester'. Antes de conocer el desenlace de los partidos de ayer, el técnico no ocultaba su preferencia por el Leeds.
La excepción fue el presidente, Augusto César Lendoiro, al que le va la marcha de los grandes desafíos. Lendoiro, que, siguiendo su costumbre, no viajó a Milán, declaró ayer a Efe: 'Quiero al Manchester. Así dejaríamos fuera de la competición a otro hueso'.
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