Urbanismo expedienta a un aparejador municipal que permitió unas obras ilegales
El funcionario, socio de uno de los responsables de los trabajos, ocultó las supuestas irregularidades
La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento paralizó el pasado viernes las obras de rehabilitación que se llevaban a cabo sin la licencia pertinente en un inmueble protegido de la calle de la Bola, número 8, desde junio de 2000. Urbanismo ha tomado esa decisión tras abrir expediente al aparejador municipal que controlaba los trabajos.
En sus informes -tras las inspecciones que realizó a petición de un inquilino del edificio-, el funcionario omitió las presuntas irregularidades que se estaban cometiendo en el inmueble. Este aparejador 'ha sido o sigue siendo' -según el gerente de Urbanismo, Luis Armada- socio del aparejador de la empresa que efectúa los trabajos sin licencia.
Los responsables de dichas obras, las firmas Narib y LOA, pretendían supuestamente convertir las ocho viviendas del edificio de la calle de la Bola -construido en 1862 e incluido en el catálogo municipal de inmuebles protegidos- en una veintena de áticos, estudios y apartamentos, algunos de ellos con garaje y terraza.
La empresa Narib empezó los trabajos con un decreto del Ayuntamiento que le permitía reparar algunos desperfectos de la finca, y solicitó posteriormente la licencia necesaria para redistribuir totalmente el edificio. Pero esta segunda licencia le fue denegada por la Comisión de Patrimonio, presidida por la Comunidad, porque los datos que ofreció Narib sobre el edificio 'no se correspondían con la realidad', según Armada, vicepresidente de esa comisión. El proyecto de la empresa levantaba prácticamente una planta más el inmueble, lo que no era posible al tratarse de una finca en la que no se puede alterar la fachada por estar protegida. El administrador de la firma que vende los apartamentos, Jose Antonio Lobato, rechazó el viernes la opinión de Armada. 'La planta baja se convertía en garaje, y esos metros se pasaban a más altura. Así lo permite el plan general', aseguró Lobato. La empresa supuestamente ha derribado unos 70 tabiques, dejado al descubierto vigas y retirado las ventanas, 'superando de forma sobresaliente las obras autorizadas', según Gerencia de Urbanismo.
Los apartamentos, estudios y áticos promovidos por las empresas Narib y LOA, en la calle de la Bola, número 8, edificio incluido en el Catálogo Municipal de Elementos Protegidos, no podrán ser entregados a sus compradores el próximo agosto, como se señala en los folletos de promoción. Gerencia Municipal de Urbanismo paralizó el pasado viernes los trabajos encaminados a reconvertir las ocho viviendas que tenía el inmueble en varios apartamentos, con garaje y terraza. El motivo de la suspensión es que las obras que se estaban realizando no se ajustan al decreto que Gerencia envió a Narib el 14 de junio de 2000 para que llevara a cabo sólo unos trabajos de mantenimiento y seguridad en el edificio.
La empresa solicitó días después permiso para redistribuir el edificio, pero la propuesta fue rechazada por la Comisión de Patrimonio, responsable de autorizar los trabajos en inmuebles protegidos, porque el proyecto no se ajustaba a los requisitos que debía reunir. En concreto, Luis Armada, gerente de Urbanismo y vicepresidente de esa comisión, señaló el viernes que el proyecto presentado no se correspondía con las dimensiones reales del inmueble. 'En ese edificio, la envolvente exterior [fachada] no se puede variar, y hay que respetar la volumetría; en la comisión detectamos que la empresa había presentado una sección del estado actual del edificio que no se corresponde con la realidad', afirma Armada.
A pesar de esa negativa, Narib ha realizado supuestamente en el inmueble, al amparo del primer permiso, obras que 'superan notablemente, cuando no de forma sobresaliente, las autorizadas', según la orden de paralización de los trabajos.
Sanciones
El gerente de Urbanismo anunció a este periódico, además, que 'habrá sanciones a la empresa por haber incumplido los términos del decreto que se le envió en junio'. 'Siempre que tenemos conocimiento de situaciones de ese tipo actuamos, pero bien es verdad que no recuerdo un caso como el de la calle de la Bola', enfatizó Armada.
El gerente afirma, asimismo, que el servicio de personal ha abierto expediente al aparejador municipal que ha controlado las obras y que realizó una inspección tras las denuncias presentadas por un inquilino, ya que los trabajos no se ajustaban a lo autorizado. 'El inquilino nos comunicó en diciembre pasado que la empresa se había excedido en las obras. El técnico me informó de que los trabajos sí obedecían a lo ordenado, pero, el 16 de febrero, el inquilino aportó un papel del que se deduce que el aparejador municipal que revisó las obras es socio del aparejador de la empresa', relata Armada.
'Por los datos que tenemos, es cierto que existe o ha existido una relación de sociedad entre ambos, al menos hasta enero de 2000. Cada aparejador tiene asignada una zona de trabajo, pero a él se le sustituyó al frente del control de esa obra, se hizo una inspección y el nuevo aparejador municipal confirma que se ha superado, y ¡con creces!, el volumen de lo permitido', continúa Armada. Con respecto al técnico expedientado, el gerente de Urbanismo señala que, 'evidentemente, ha habido una deficiente información en Gerencia sobre las obras'. 'La investigación resolverá lo que tenga que resolver; no prejuzgo ni culpabilidad ni inocencia', advierte.
Deterioro del bloque
'El técnico municipal ocultó en sus informes el deterioro al que se ha sometido a la estructura de la finca a lo largo de estos meses, al haberse derribado más de 70 tabiques de ladrillo macizo con entramado de madera. Además, los forjados se encuentran a la intemperie y expuestos a la lluvia porque se han levantado todos los suelos y retirado todas las ventanas, dejando los entramados de madera del patio central descubiertos y sin protección, al haber provocado un gran agujero en cubierta, con grandes filtraciones de agua de lluvia en zona de forjados', relataba el inquilino en su escrito a Urbanismo. 'En la orden de paralización de los trabajos le indicamos a la empresa que tomara las medidas precisas para garantizar la seguridad del edificio', concluye Armada.
Sin embargo, José Antonio Lobato, administrador de LOA, empresa que comercializa los apartamentos según la lona colocada en la fachada, asegura que 'Luis Armada da una información totalmente equivocada'.
'El último decreto que mandó decía que las obras quedaban íntegramente al criterio de la dirección facultativa de las mismas, y lo único que se está haciendo es cambiar unas vigas de madera -el 90% de las cuales estaba podrido en los pies- por otras de hierro. No hacemos nada sin que venga un técnico y lo vea'. Tras comprobar que la orden de paralización había sido entregada en la obra, Lobato puntualizó: 'Creo que lo único que ha hecho el gerente es firmar la orden para cubrirse. En ella se dice que se paren todas las obras pero se mantengan las de seguridad'.
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