Condenado a cadena perpetua en EE UU un niño de 14 años
Lionel Tate, de tan sólo 14 años, se convirtió en la madrugada del sábado en el primer niño de esa edad condenado a cadena perpetua en Estados Unidos. Un juez del Estado de Florida lo sentenció a prisión de por vida, sin derecho a solicitar libertad condicional, por el asesinato de una compañera de juego de seis años. El juez rechazó el argumento de la defensa de que se trató de un infortunado accidente cuando los niños jugaban a imitar las peleas de lucha libre de la televisión. Tate permanece en una cárcel de Miami confinado en aislamiento hasta que las autoridades decidan en qué centro penitenciario de adultos pueden recluirlo sin que peligre su seguridad.
'Los actos de Lionel Tate no eran un juego de niños. Fue un asesinato frío, insensible e indescriptiblemente cruel. Las pruebas de culpabilidad son claras e irrefutables', dijo al leer la sentencia el juez Joel Lazarus en el tribunal estatal de Fort Lauderdale, municipio cercano a Miami.
De haber sido juzgado como adolescente en vez de como adulto, la condena por asesinato en primer grado hubiera sido de sólo nueve meses, pero los fiscales lograron convencer a los tribunales de que se le debía enjuiciar como adulto por la premeditación del crimen. El caso creó tal conmoción social que esos mismos fiscales se unieron a la defensa a la salida del juicio en una apelación para que se le conmute la pena.
Oferta de acuerdo
Tate tenía sólo 12 años cuando mató a Tiffany Eunic en julio de 1999. Según la autopsia y las fotos de la policía que se presentaron en el juicio, la niña tenía el hígado partido en dos hasta el punto de que varios trozos acabaron sobre su abdomen. Su cráneo y cerebro estaban gravemente fracturados y tenía heridas profundas en los riñones, pecho, hombros, la cara y el cuello.
El niño rompió a llorar al oír la sentencia, pero su madre no se inmutó, confiada, dijo, en que una corte superior conmutará la condena. Kathleen Grossett-Tate, de profesión policía de carreteras del Estado, había rechazado la oferta de la acusación de llegar a un acuerdo extrajudicial por el que su hijo Lionel sólo hubiera cumplido tres años en un centro correccional juvenil si se hubiera declarado culpable.
La familia empezó entonces una campaña mediática presentando a Lionel ante la opinión pública como una víctima del sistema judicial norteamericano, que de nada sirvió ante el juez Lazarus, quien afirmó el viernes que la campaña le había irritado, pero no influido en la sentencia, para la que, según él, se había guiado por las estrictas leyes penales de Florida.
Los abogados defensores estudiaban ayer si solicitar inmediatamente la clemencia del gobernador Jeb Bush o agotar primero los recursos de apelación, proceso que podría alargarse varios años durante los cuales Lionel Tate permanecería en un penal.
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