El pleno de Andújar reclama al Gobierno central medidas urgentes para evitar las inundaciones

El pleno del Ayuntamiento de Andújar (Jaén) aprobó ayer una moción institucional en la que se pide al Gobierno central que declare de interés general y de urgencia las obras de encauzamiento del río Gudadalquivir a su paso por el municipio con el fin de evitar nuevas inundaciones como las registradas el pasado fin de semana, que obligaron a desalojar a varias familias de los poblados de La Isla y La Ropera además de anegar numerosos cultivos.

El alcalde de Andújar, Antonio Cuenca (PSOE), cifró ayer los daños ocasionados en 393 millones de pesetas, la mayor parte en la agricultura aunque también en viviendas, carreteras y otras infraestructuras municipales.

Cultivos

Con todo, la valoración de las pérdidas está por debajo de la realizada por las organizaciones agrarias. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) las ha evaluado en 500 millones de pesetas, mientras que la COAG también las considera cuantiosas por la inundación de más de 300 hectáreas destinadas al cultivo del algodón y remolacha además de otras 100 hectáreas de frutales, especialmente ciruelos.

La moción insta también al Ejecutivo a abonar a los agricultores las indemnizaciones pendientes por los daños de las inundaciones de los años 1997 y 1998, cifrados en algo más de 140 millones de pesetas. Además, se solicita al Gobierno que incluya en el Plan Hidrológico Nacional el proyecto de dragado del río a su paso por Andújar así como la eliminación de la presa de Marmolejo, que los agricultores creen que es la causa de las inundaciones al convertirse en un tapón artificial.

El alcalde de Andújar no ocultó su escepticismo sobre la eficacia de la moción. 'Llevamos cinco años aprobando mociones de este tipo y hasta ahora sólo ha habido medidas de parcheo, pero lo que exigimos son medidas estructurales', subrayó Cuenca, quien aludió a la 'tremenda ineficacia política' del Ejecutivo central por haber gastado más de 1.000 millones de pesetas en la limpieza de del cauce del río, cuando, a su juicio, la propia Confederación Hidrográfica le ha reconocido que no ha servido para nada.