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El Museo de Bellas Artes de Bilbao incorpora a sus fondos su primer 'saura'

La incorporación de Las tres gracias viene a cubrir 'la ausencia notable' de Saura en el museo bilbaíno, dijo su director, Miguel Zugaza. La pinacoteca cuenta con una importante representación del arte informalista español y, en especial, de los integrantes del grupo El Paso, del que el propio Saura fue fundador junto a Manuel Millares, Rafael Canogar y Luis Feito. Zugaza recordó, además, que así se cumple el deseo del pintor de recuperar para las colecciones públicas las pinturas españolas de los años 50 que se encontraban en el extranjero.

Las tres gracias (1959) está formada por tres paneles independientes, que forman una obra de 195 por 292 centímetros, en los que se reconocen tres figuras femeninas, formadas por enérgicos trazos negros.

Saura reconocía la singularidad del tríptico en su carrera artística. A diferencia de la habitual representación independiente de la figura humana en su obra, son tres los cuerpos representados. Saura no siguió ni la iconografía tradicional ni la utilizada en Las tres gracias, de Rubens, sino que mantuvo separadas a sus tres figuras, sólo unificadas por el estilo pictórico.

Miguel Zugaza destacó que en otros temas trabajados por Saura en esa época, como las crucifixiones, realizó varias versiones en gran formato. Las tres gracias, en cambio, es un ejemplo único. La obra no ha sido mostrada en público desde que en 1960 el Museum of Modern Art, de Nueva York, la incluyó en una exposición sobre el informalismo español.

Contexto histórico

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La obra de Saura está expuesta desde ayer junto a cien obras ordenadas según su fecha de ingreso en la colección del Museo de Bellas Artes. 'Se presenta en el contexto de la historia de una colección', destacó el diputado general de Vizcaya, Josu Bergara. 'Es un centenar de obras que muestran el desarrollo histórico del museo', agregó. El recorrido por el conjunto de piezas seleccionadas se abre con La aldeanita del clavel rojo, de Adolfo Guiard, que llegó al museo para su inauguración en 1914, e incluye buena parte de sus obras maestras, como Lavanderas en Arlés, de Paul Gauguin; El rapto de Europa, de Martin de Vos; Mujer sentada con un niño en brazos, de Mary Cassatt; Capricho arquitectónico con un palacio, de Bernardo Bellotto, y La condesa de Noailles, de Ignacio Zuloaga.

También se incluyen obras de Equipo Crónica, una escultura de Pablo Gargallo y Figura tumbada en espejo, de Francis Bacon, entre otras incorporaciones más recientes. El resumen de la colección se cierra con las obras entregadas anteriormente por el BBVA a través del procedimiento de dación. Estas piezas son Vista del Arenal de Bilbao (1783-1784), de Luis Paret y Alcázar, con la que se abrió esta forma de pago de impuestos en 1996; Canastilla de flores (1671), de Juan de Arellano; Femme dite Les Trois Plis, de Julio González y San Pedro en lágrimas (1650-1655), de Bartolomé Esteban Murillo.

Las tres gracias estará presente en la exposición Pintura al desnudo, que el museo bilbaíno prevé inaugurar el próximo mes de junio. La muestra, organizada por el comisario Francisco Calvo Serraller, presentará la obra de Saura junto a trabajos de artistas europeos y americanos de los años 50 y 60 que trataron el tema de la figura humana. Entre ellos estarán Picasso, Dubuffet, De Kooning y Bacon.

Imagen de la exposición que acompaña la presentación de Las Tres Gracias en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Imagen de la exposición que acompaña la presentación de Las Tres Gracias en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.SANTOS CIRILO

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