Los hispanos igualan por primera vez a los negros en el censo de EE UU

La única duda sobre si los hispanos son ya la primera minoría estadounidense procede de que 1,7 millones de personas adicionales se identificaron simultáneamente como negros y de otro grupo étnico, por ejemplo asiático o blanco europeo. Si se le suma ese contingente mestizo, los negros serían 36,4 millones. En cualquier caso, el dato que mereció ayer el principal titular de la primera página de The Washington Post es que los hispanos han igualado a los afroamericanos mucho antes de lo esperado.

El censo de 2000 hace oficial lo que salta a la vista para cualquier residente o visitante. Los americanos de raigambre geográfica, lingüística y cultural hispanas son, tras los blancos de origen europeo y lengua inglesa, el gran contingente en el Estados Unidos del siglo XXI. La pasada semana, por primera vez en la historia de los discursos presidenciales en el Congreso, George W. Bush pronunció unas palabras en castellano en el Capitolio de Washington: 'Juntos podemos'. Fue todo un símbolo, añadido al hecho de que Bush, que chapurrea la lengua de Cervantes, hizo una activa campaña electoral bilingüe y comenzó con un concierto de Ricky Martin las festividades de su toma de posesión.

Empujada por la realidad, el interés comercial y diversas decisiones judiciales, la política del English Only (sólo inglés) se bate en retirada. EE UU se está convirtiendo en un país bilingüe. El castellano, con sus diversos acentos latinoamericanos, es la lengua de millones de trabajadores y de una incipiente clase media latina. También de diarios, emisoras de radio y cadenas televisivas de la potencia de Univisión, y de éxitos musicales protagonizados por Cristina Aguilera, Jennifer López, Enrique Iglesias o Gloria Estefan. Ya es corriente que rótulos, folletos informativos, facturas y recibos, cajeros automáticos, contestadores telefónicos y otros servicios de organismos públicos y empresas privadas estén en inglés y español.

Los especialistas de la Oficina del Censo citados por el diario de la capital explican el espectacular incremento oficial de la población hispana en la última década del siglo XX por un alto nivel de inmigración latinoamericana vinculado a la prosperidad económica de EE UU y por subestimaciones de los anteriores recuentos. Según el criterio estadounidense, los blancos y negros son 'razas', pero los hispanos pueden ser 'de cualquier raza'. Son un grupo cultural.

Harry Pachón, director del Insituto Político Thomas Rivera, de Los Ángeles, subrayó ayer que es 'significativo' que el nuevo dato demográfico coincida con el comienzo del siglo XXI. 'Los primeros resultados del censo', señaló, 'subrayan lo que es una realidad cotidiana en el EE UU de hoy. De nuevo, la gran fuerza de este país es su diversidad étnica'.

Tras predicar el English Only y políticas contrarias a los inmigrantes en los primeros años noventa, el Partido Republicano, bajo el liderazgo de Bush, inició el pasado año un giro aperturista a las minorías. Los estrategas republicanos han comprendido que el apoyo de los blancos ya no es suficiente para ganar elecciones. En noviembre, Bush perdió aplastantemente frente a Al Gore entre los negros, el grupo social más fiel al Partido Demócrata. Pero el entonces gobernador de Tejas consiguió arrancar más de un tercio de los votos hispanos, y el mayoritario apoyo que obutvo entre la comunidad cubana de Florida, indignada con los demócratas por el caso Elián González, fue decisivo en su corta victoria en ese Estado.