Matas rechaza la petición de CiU de rebajar el caudal del trasvase del Ebro
El ministro se entrevista con Mas y Puig
Matas dio ayer un poco de oxígeno al atribulado Gobierno de Jordi Pujol, que hasta ahora había visto cómo el Gobierno central ignoraba sus reiteradas ofertas de negociación y se encontraba sin nada que ofrecer a quienes en las Tierras del Ebro se oponen al trasvase. Desde ayer, el Gobierno catalán puede decir, al menos, que su oferta de negociación ha sido escuchada y que existen conversaciones. Matas y el secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, se entrevistaron durante una hora y media en el palacio de la Generalitat con el consejero jefe del Gobierno catalán, Artur Mas, y el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig.
Del encuentro salió Matas asegurando su 'total predisposición' a seguir negociando las alegaciones que el Gobierno de la Generalitat ha presentado al proyecto del PHN. Porque el deseo del Gobierno es, añadió, conseguir que CiU pueda votar a favor del plan en las Cortes. Y, en particular, el ministro señaló también la predisposición a 'estudiar que parte de los 1.050 hectómetros cúbicos de agua del Ebro que el PHN prevé trasvasar vengan de cesiones voluntarias de las concesiones que tienen los regantes'.
En cualquier caso, un hipotético acuerdo debe respetar sin embargo tres condiciones a las que el ministro aseguró que el Gobierno no está dispuesto a ceder. La primera es que el Gobierno 'no pagará la renuncia' de los regantes a sus concesiones. La segunda es que se mantenga el caudal ecológico del Ebro cifrado en 3.500 hectómetros cúbicos anuales. La tercera condición es que el volumen de agua trasvasada siga siendo de 1.050 hectómetros cúbicos anuales.
La reunión fue poco más que una exposición de las posiciones de ambas partes, según explicaron tanto Matas como, posteriormente, Mas y Puig. 'No tenemos una respuesta positiva', dijo Mas, 'pero hay una puerta abierta'. Puig precisó también que el ministro había dejado claro que su objetivo es dar respuesta a unas necesidades de agua cifradas en 1.050 hectómetros cúbicos anuales, 'salgan de donde salgan'. La propuesta del Gobierno catalán es que una buena parte provenga de Francia, del río Ródano.Si el Gobierno no quiere ni contemplar la posibilidad de llevar agua del Ródano a España, es difícil, por no decir imposible, que CiU vote a favor del proyecto de Plan Hidrológico Nacional (PHN) en las Cortes. Eso lo reiteró ayer Artur Mas. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, explicó que un hipótetico trasvase del Ródano no podía ser objeto del PHN, que sólo prevé la utilización de las aguas de las cuencas españolas.
Dentro de la disponibilidad a estudiar las alegaciones presentadas por CiU al PHN, Matas incluyó también, no obstante, la del trasvase del Ródano. Pero la remitió a un 'futuro' indeterminado. Y precisó que un trasvase de estas características exige un tratado internacional, tal como sucede con los ríos Tajo y Duero.
El recurso al Ródano tiene para el Gobierno catalán la enorme ventaja de que no le crea enemistades ni levanta agravios en otras comunidades como sucede con el agua del Ebro. Y la decisión de negociarlo con Francia corresponde al Gobierno español. Mas explicó con claridad la posición de CiU: 'Que no se toque del Ebro más agua que la aceptable; sugerimos que se complete el trasvase del Ebro con otra fuente, que sugerimos que sea el Ródano. Y si el Gobierno español dice que ésa no, que nos digan de qué otra fuente se puede sacar el agua. Sólo quedan el Tajo y el Duero'.
Críticas de Aznar
Las posiciones del Gobierno catalán sobre el PHN fueron criticadas ayer por el presidente del Gobierno, José María Aznar, quien consideró positivo que haya un debate en la política catalana sobre el trasvase del Ebro y el PHN, pero añadió que 'no es razonable cambiar de posición cada semana en función de cómo sopla el viento'.
El presidente catalán, Jordi Pujol, le replicó desde Bruselas: 'Supongo que debe de ser una crítica. Nosotros desde el primer día hemos presentado unas alegaciones que dicen lo siguiente: primero, 200 hectómetros cúbicos del río [Ebro] en lugar de 1.050; segundo, que se saquen de los canales 400 hectómetros cúbicos; tercero, 350 hectómetros cúbicos del Ródano; cuarto, no menos de 60 hectómetros cúbicos de desalinización; quinto, conectar las diversas redes de distribución del agua que hay dentro de las cuencas interiores de Cataluña; sexto, entendemos que en Almería se podría hacer el suministro de agua a base de plantas de desalinización. Con todo eso se quitaría mucha presión sobre el Ebro, y esto lo hemos dicho desde el primer día. Nosotros no somos una veleta', informa Sandro Pozzi.
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