El alcalde de Tortosa pide un mayor control del caudal del Ebro, que ayer se desbordó en Miravet

Los Bomberos de la Generalitat controlaban ayer los niveles del caudal del río Ebro a su paso por Tortosa o Miravet, en previsión de que el agua pueda seguir subiendo de nivel y causar inundaciones. El agua desbordó ya ayer en Miravet el cauce del río y cubrió la plaza de la población. El aumento del caudal se ha producido como consecuencia de las lluvias y del deshielo provocado en los últimos días por el aumento de las temperaturas.

El pantano de Riba-roja comenzó a liberar ayer por la mañana 2.300 metros cúbicos de agua por segundo. El alcalde de Tortosa, Joan Sabaté, pidió ayer que sea el Gobierno quien, de acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), controle el nivel de los pantanos y el caudal que se libera de ellos 'para evitar situaciones de riesgo como la actual'. En estos momentos, son las compañias eléctricas las que deciden cuándo abrir las compuertas, lo que, según el alcalde de Tortosa, impide adoptar medidas preventivas ante posibles crecidas. La crecida de ayer era la tercera en la que se superaban los niveles de alerta en cuatro meses.

El nivel del río alcanzó los seis metros de altura, cuando normalmente es de dos. Sabaté lamentó la 'falta de previsión de las eléctricas que controlan el Ebro' y recordó que el sábado, el caudal del río que llegaba al pantano de Riba-roja ya alertaba sobre la inminente crecida.

Los ayuntamientos de la región del Ebro no descartan emprender acciones conjuntas para lograr una mejor regulación del caudal del río.

Los Bomberos de la Generalitat mantenían anoche la vigilancia, pero descartaban de momento la posibilidad de desbordamientos.