El Ejecutivo de Israel contará por primera vez con un ministro árabe
El Partido Laborista elige a Tarif como ministro sin cartera del Ejecutivo de unidad nacional
La decisión de incluir a un árabe en el Gabinete del general Ariel Sharon no sorprendió en medios políticos israelíes, ya que la dirección del partido nacionalista Likud había barajado en los últimos días esta posibilidad e incluso la prensa había adelantado el nombre de un candidato: Majali Wahabe, perteneciente a una aristocrática familia drusa repartida entre Siria, Jordania e Israel, y que había servido como asesor diplomático en la época en que Sharon era ministro de Exteriores en el Gobierno de Benjamín Netanyahu.
Los laboristas, inmersos en una importante fractura interna, han decidido anticiparse al Likud al aprobar el nombre del parlamentario Salah Tarif con el fin de convertirlo en el primer ministro árabe del país. El Comité Central del Partido Laborista no escogió a un desconocido: Tarif es un diputado con prestigio en la Cámara, donde ocupa un escaño desde 1992, y fue vicepresidente entre 1995 y 1998. Además posee un brillante historial militar como capitán de paracaidistas y de carros de combate.
El Comité Central del Partido Laborista dio ayer también su visto bueno para que Simón Peres, de 77 años, sea, por tercera vez en la historia de Israel, ministro de Exteriores. Como futuro responsable de la cartera de Defensa, una de las más complejas en la situación actual, los laboristas votaron por Benjamín Ben Eliezer, de 65 años, un general retirado como Sharon, diputado desde 1984 y que ocupó la cartera de Comunicación en el Ejecutivo de Barak. Un rasgo de la personalidad de este halcón laborista es la lealtad, pues fue de los pocos que permanecieron fieles a Barak hasta el último minuto.
Congelar las negociaciones
Ben Eliezer es partidario de congelar las negociaciones con los palestinos mientras dure la Intifada y comulga con la política de dureza utilizada hasta ahora por el Ejército para reprimir la revuelta palestina. Su nombramiento tranquilizó bastante a los círculos militares, que reclaman medidas drásticas contra los palestinos, pero sobre todo tranquilizó a Sharon, con quien le unen lazos de amistad. 'Voy a hacer todo lo posible para que los palestinos entiendan las reglas de este juego, y que son claras. No voy a seguir una política más severa, pero no puede ser que acumulemos muertos cada día', afirmó el futuro ministro de Defensa.
La violencia continuó ayer en Gaza y Cisjordania, donde murieron cuatro palestinos, entre ellos, un niño de nueve años de un tiro en la cabeza disparado por soldados israelíes. Ya son 338 los palestinos muertos durante la Intifada.
Sharon completará el Gobierno de unidad nacional cerrando las negociaciones con los demás aliados -ultrarreligiosos y nacionalistas radicales- antes del miércoles, configurando una mayoría que podría alcanzar los 80 escaños, de los 120 que componen el Parlamento nacional.
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