Metro de Sevilla reabre los antiguos túneles para averiguar si puede utilizarlos
'Esto ya no tiene vuelta atrás', aseguró ayer, orgulloso, Alejandro Rojas-Marcos, presidente de la sociedad Metro de Sevilla y concejal andalucista en el Ayuntamiento hispalense. Rojas-Marcos había asistido unos minutos antes al inicio de las obras de inspección y auscultación de los túneles construidos entre 1973 y 1983 para la línea 1 del antiguo, y abandonado, proyecto de tren metropolitano de la ciudad. El ex-alcalde estuvo acompañado por la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, cuyo departamento financia la obra junto con la Unión Europea.
Los trabajos de inspección se iniciaron ayer entre las avenidas de San Francisco Javier y Eduardo Dato, en la antigua boca de metro de Nervión, una de las cinco proyectadas y comenzadas a construir en los años setenta. El túnel existente discurre entre La Plata y la Avenida de la Buhaira. Además de la de Nervión, se reabrirán las estaciones de La Plata, Amate, Federico Mayo, y Gran Plaza.
Unos pocos minutos de trabajo de la excavadora sirvieron para que quedaran al descubierto los primeros escalones de la boca de metro, sepultados bajo tierra durante todos estos años. El presidente de Metro de Sevilla dijo que el ciudadano puede ahora ver que ya hay obras en marcha y que el proyecto va en serio.
Rojas-Marcos calificó esta obra, que tiene un presupuesto de 140 millones de pesetas, como 'determinante' porque, 'a ciencia cierta, nadie sabe en qué condiciones están estos túneles después de tantos años que llevan anegados por el agua'. La sociedad Metro de Sevilla calcula que la infraestructura contiene unos 155.000 metros cúbicos de agua, filtrados a lo largo de estos años, que ahora serán bombeados para su reutilización a la red de la empresa municipal de aguas, Emasesa, en un plazo de unos dos meses.
Con las obras de diagnóstico que ahora se inician se sabrá hasta qué punto son aprovechables los antiguos túneles para el nuevo proyecto de metro. También se determinará el presupuesto y recorrido finales de la futura línea 1, que cruzará la ciudad en sentido este-oeste desde la Universidad Pablo de Olavide hasta el Parque de los Principes, y que se pretende que pueda discurrir por los túneles construidos hace más de 20 años.
Tras el informe del estado de los túneles se procederá a su adecuación (impermeabilización y sistemas de conducción) y se decidirá si se pueden visitar o no y las medidas de seguridad necesarias para hacerlo.
De forma paralela al análisis de los túneles existentes, la sociedad Metro de Sevilla ha encargado la redacción del proyecto básico de la red de ferrocarril metropolitano para la ciudad, que debe estar listo en doce meses. Los resultados del diagnóstico de las antiguas infraestructuras serán incorporados al diseño de la red.
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