Precios de referencia de los medicamentos

A raíz de la aplicación a finales del año 2000 por parte del Ministerio de Sanidad de los precios de referencia para aquellos medicamentos financiados por la Seguridad Social que, debido a la aparición hace unos años de los 'genéricos', tenían distintos precios a pesar de que su composición era la misma, han ocurrido distintos asuntos.

En primer lugar, dicho ministerio y el Insalud comenzaron una campaña publicitaria de promoción de los medicamentos genéricos para concienciar a la población de la utilidad de uso, ya que a partir de la puesta en funcionamiento de los precios de referencia lo habitual sería que los médicos recetáramos más estos medicamentos sin marca para que la gente no tuviera que pagar más, o pagar la diferencia en el caso de los pensionistas.

Se hubiera entendido esta campaña hace dos o tres años, cuando comenzaron a ser habituales los genéricos, de la misma forma que el Insalud ofreció el año 2000 a los facultativos un incentivo si, además de otro concepto, superaban un porcentaje pactado de genéricos en el total de las recetas. Pero en este momento la campaña no hacía falta, ya que la Administración va a facturar lo mismo independientemente de que se usen unos u otros medicamentos, porque el coste por encima del precio de referencia lo tienen que pagar los asegurados.

Cabría preguntarse, pensando mal, a quién se le habrá adjudicado esta campaña publicitaria, que ha debido costar bastante dinero, por supuesto de los contribuyentes, teniendo en cuenta que su utilidad es nula.

En segundo lugar, al entrar en vigor los precios de referencia, los laboratorios farmacéuticos afectados por tener productos de marca más caros han reaccionado rápidamente bajando el precio de sus productos hasta dicho precio. Resulta chocante porque, hasta ahora, los