El Partido Popular cree que las listas de espera seguirán cuatro años más

El Partido Popular hizo ayer otra lectura de las estadísticas de la Consejería de Salud, según las cuales desde julio pasado las listas de espera quirúrgica han bajado de 40.000 pacientes a 32.000. Según los cálculos del PP, a ese ritmo, se tardarían más de cuatro años en acabar con esos listados, aunque se continuara aplicando el plan de choque y no se apuntara nadie más para una operación.

El PP acusó a la Consejería de 'maquillar' los datos y estimó que los enfermos en lista de espera son un 40% más de los que reconocen las estadísticas oficiales. El portavoz popular de sanidad en el Parlamento, Juan Pizarro, fue aún más lejos al afirmar que frente a la reducción de estos listados en algunas capitales, en los hospitales comarcales se ha producido un incremento. Según Pizarro, porque la administración sanitaria ha intentado achicar las listas de espera allí donde había mayor presión 'para acallar' a los medios de comunicación. 'A la Consejería no le importa la salud de los andaluces, sino lo que salga en la prensa', aseguró. El parlamentario popular incluso culpó a los equipos directivos de los hospitales de participar en ese 'maquillaje' de cifras: 'Ellos cobran productividad y si dicen que aumentan las listas de espera, tiran piedras sobre su propio tejado'.

Por otra parte, el PP reclamó la creación de un nuevo hospital en el Valle del Guadalhorce, basándose en el crecimiento que ha experimentado la población de esa comarca malagueña en los últimos años. Para avalar la petición, el PP ya ha presentado una proposición no de ley en el Parlamento, en la que solicita que se hagan los estudios previos.

La parlamentaria popular Ana Corredera recordó que el hospital de Antequera tardó nueve años en ponerse en marcha, por lo que urgió a la Consejería a iniciar los trámites para dar respuesta a la creciente demanda de la comarca. El PP también exige que no se reforme el hospital de Ronda, sino que se construya un centro nuevo; y que se dote al Clínico de Málaga para equiparlo al nivel del Carlos Haya.