La marcha

(...) La opinión nacional ha sido llevada a creer que se trata de una 'marcha por la paz', a pesar de que el EZLN mantiene su negativa a entablar un diálogo con el Gobierno de la república. (...) La marcha tiene un propósito evidentemente político, con el fin de intentar movilizar a sus simpatizantes y, sobre todo, captar a las organizaciones indígenas que no han estado hasta ahora al lado del grupo guerrillero. (...) Lo que sí ha logrado la marcha que apenas empieza es una movilización de la opinión internacional que desde 1994 le ha sido afín.

Ése es el gran riesgo de la apuesta hecha por el Gobierno del presidente Fox. Se ha colocado otra vez al EZLN en el centro del escenario y se han revivido los ánimos reivindicadores provocados por el sentimiento de culpa de tantos europeos con remordimientos de conciencia por su pasado colonialista.

Son muchos grupos, algunos de ellos vinculados sinceramente a la oposición a la globalización económica, otros más cercanos a la utopía del marxismo, y los menos simplemente anarquistas. Estos grupos ya han demostrado su gran capacidad para atraer la atención de los medios de comunicación, lo que le da al EZLN un ambiente altamente propicio para su machacante discurso.

(...) Ya se tiene una estrategia para asegurarse de la seguridad de aquellos que marchan con el EZLN. Para lo que no parece haber estrategia es para abrir y forzar el diálogo que resuelva este conflicto que, después de cinco años, ha irrumpido en la vida nacional.

México DF, 25 de febrero