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Reportaje:

Subidas a todo gas

El precio del combustible para uso industrial se ha incrementado desde 1,33 pesetas por termia a 3,54 en el último año y medio

En el último año y medio, el precio del gas natural para usos industriales ha subido considerablemente, pasando de 1,3361 pesetas por termia, en abril de 1999, a 3,54 en diciembre del año 2000. Las fuentes del sector gasista consultadas señalan que las subidas de precios se han debido básicamente a los incrementos del precio del barril de petróleo y a la desfavorable evolución del euro frente al dólar. Ambos factores son ajenos al mercado de la distribución a particulares y a empresas, puesto que España importa el 100% del gas natural que consume. La absoluta dependencia del mercado español del gas no permite a los operadores -Gas Natural, Gas Euskadi o Cepsa, entre otros- deslindar el precio de esta energía del barril de crudo. Las 'políticas sobre el mercado, tanto si son restrictivas al estilo de las que efectúa la OPEP para subir el precio del barril como si son de incremento de la oferta, resultan imposibles de aplicar, porque no tenemos yacimientos propios, a diferencia de otros países como Gran Bretaña o Argentina e incluso Estados Unidos', señalan medios profesionales del sector.

Los últimos datos disponibles de la Asociación Técnica Española de la Industria del Gas (Sedigas) demuestran que el precio del gas natural para usos industriales se ha triplicado, lo que viene provocado un efecto inflacionista desmesurado en los principales sectores económicos. En la actualidad, el uso industrial supone el 70% del total del mercado del gas natural en España. Al impactar especialmente en los sectores más intensivos en energía, esta subida de precios es intrínsecamente inflacionaria. Además, el mercado del gas natural destinado a la producción industrial está liberalizado -cada comercializador fija los precios pactados con los grandes clientes cualificados-, lo que provoca que las empresas repercutan los costes energéticos en sus precios finales. Es decir, la flexibilidad que ha introducido la liberalización permite fijar precios de forma más competitiva y racional, o, lo que es lo mismo, los operadores repercuten automáticamente los incrementos y caídas de los costes.

Frente a esta evolución de los precios en el llamado mercado mayorista -el gas como energía primaria-, la evolución de los precios en el mercado de los particulares ha seguido un incremento menos fuerte. La tarifa que pagan los particulares y los pequeños comercios sigue estando fijada por el Gobierno.

El Ministerio de Economía, hace pocos días, decidió realizar un aumento del 1,6% de los precios medios de referencia del gas natural que consumen 3,5 millones de clientes domésticos y comerciales. La subida, que entró en vigor el pasado martes día 20 de febrero, ha sido la cuarta producida durante este mismo mes.El Gobierno ha fijado un precio por millón de calorías (termia) en 8,4711 pesetas. Según las tablas de precios publicadas en el BOE y utilizadas por las empresas distribuidoras, desde el mes de febrero del pasado año el precio de la termia -la parte variable del recibo del gas- ha subido un 15,4%.

El precio vigente desde la semana pasada actualiza la tarifa vigente desde el pasado 20 de noviembre. Él Gobierno justifica esta última subida a partir del incremento general de los costes de las materias primas.

La nueva fórmula establecida para las tarifas del gas natural parten del coste unitario de la materia prima (CMP), cuyo montante se establece mensualmente sumando al precio de compra los costes de transporte y del seguro (CIF). Hasta ahora, este cálculo se ha venido realizando en base al precio de la materia 'ya puesta en el barco si se trata de gas natural líquido importado desde Libia o Trinidad-Tobago y desembarcado en las plantas de regasificación de los puertos del Mediterraneo', señalan medios de Sedigas. Las mismas fuentes explican que, si se produjera una variación, arriba o abajo, de más del 2% de ese coste unitario situado ya en la plataforma de transporte, se producidirá de forma automática una 'revisión del precio de referencia'.

Tras los cambios en la fórmula de cálculo utilizados por el Gobierno, las tarifas para pequeños usuarios ascienden a 5.340 pesetas por año en término fijo y a 8,614 pesetas en término energía; para usuarios de consumo medio, a 5.813 pesetas y 7,209 pesetas, respectivamente; para gran consumo, a 131.340 y 4,829 pesetas. Para los usos comerciales de pequeño consumo, las subidas son de 46.506 y 8,614 pesetas; para consumo medio, a 46.506 y 7,209; para el gran consumo comercial, los incrementos son de 139.517 y 4,829 pesetas. La evolución de los precios es distinta para los gases licuados del petróleo (GLP), es decir, el propano, cuyo precio máximo se ha reducido un 8%.

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