Quemados vivos en los motines de Turquía
La leyenda de celuloide del Expreso de Medianoche palidece ante la realidad de las cárceles turcas, donde se hacinan 72.000 reclusos y los motines se sofocan a sangre y fuego. En la penitenciaría de Bayrampasa, en Estambul, las mafias de la droga y los grupos de ultraizquierda campan a sus anchas con armas de fuego y teléfonos móviles. La última gran revuelta en las cárceles turcas, que comenzó precisamente en Bayrampasa, se saldó con más de dos docenas de amotinados quemados vivos y cientos de heridos en 20 prisiones tras la intervención de la policía. Los agentes insistieron en que los reclusos se autoinmolaron, pero los internos que escaparon de las llamas denunciaron que habían sido rociados con gasolina. La revuelta no se extinguió hasta que se apagaron las últimas llamas en Bayrampasa.
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