Los GRAPO pensaban usar un pequeño coche teledirigido para colocar bombas
El pequeño coche eléctrico y los mandos de radiocontrol iban a ser supuestamente utilizados en un atraco a un furgón blindado, una actividad en la que se han especializado los GRAPO.
Esta banda ya ha utilizado con anterioridad este método de asalto, según indicó ayer en el Congreso el director general de la Policía, Juan Cotino, poco antes de su comparecencia ante la Comisión de Justicia e Interior para explicar los resultados y la proyección del Plan Policía 2000.
El sistema consiste en colocar el pequeño coche, con una mina anticarro u otro artefacto adosado, bajo el furgón para reventarlo desde abajo, mientras los terroristas esperan en el exterior para reducir a los vigilantes y hacerse con el botín.
La policía investiga si éste fue uno de los sistemas utilizado en el sangriento asalto a un furgón en Vigo, el año pasado, en el que murieron acribillados a tiros dos vigilantes jurados y un terrorista resultó herido. Se sospecha que el propio Torralba participó en ese atraco.
Cotino aseguró que en el piso de la calle de Arriaga se ha localizado también abundante documentación sobre el clandestino Partido Comunista de España reconstituido (PCE-r), brazo político de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), así como una cantidad de explosivo que no precisó.
Los expertos de policía científica han localizado en la vivienda huellas de Israel Torralba, de 27 años, supuesto autor del asesinato del policía Sanz Morales junto con Marcos Martín Ponce.
Varios atracos
La vivienda había sido alquilada, según Cotino, por Genma Belén Rodríguez de Miguel, de 26 años, quien, como Israel Torralba, tiene en su haber un amplio historial delictivo. Rodríguez de Miguel y Torralba fueron los supuestos autores de un atraco a dos vigilantes de Prosegur en la glorieta de Cuatro Caminos de Madrid, el pasado 8 de julio, en el que sustrajeron sacas con cuatro millones de pesetas y las dos pistolas de los guardas.
La policía también le atribuye a Torralba, entre otros delitos, un atraco, junto a dos personas más, a una sucursal de Caja Duero en Valladolid, de la que el 21 de mayo de 1999 se llevaron 10 millones de pesetas, y el asalto a dos vigilantes jurados en un supermercado Condi de Barcelona, en el que lograron hacerse con dinero y otras dos pistolas.
También se le imputa la colocación de un artefacto explosivo en una empresa de trabajo temporal de la empresa Adecco en Vigo y el robo de varios ordenadores, perpetrado a punta de pistola el 15 de diciembre, en una tienda de informática del número 138 del paseo de Extremadura, también en Madrid, que durante varios días había visitado para interesarse por diverso material informático. Esta mujer también habría sido la que alquiló otros dos pisos en Madrid para la organización terrorista, uno de ellos en la calle de Muñoz Grandes.
La vivienda, según explicó Cotino, también estuvo ocupada por Esther González Ilarraz, de 25 años, quien carece de antecedentes policiales.
El piso de la calle de Arriaga descubierto el viernes fue registrado por orden del titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, y es el tercero hallado por la policía en Madrid tras la desarticulación de la cúpula de los GRAPO en París.
Este último piso fue abandonado por sus moradores 'por la presión policial a la que se vieron sometidos los terroristas', tras el peinado de Madrid que organizó el Ministerio del Interior después del asesinato del policía de proximidad.
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